El Papa ha ayudado a la Iglesia americana a cerrar una página de vergüenza y de dolor
a causa de los escándalos de pederastia
Martes, 22 abr (RV).- Benedicto XVI regresaba ayer al Vaticano tras su viaje pastoral
de seis días a los EEUU. “El Papa ha ayudado a la Iglesia americana a cerrar una página
de vergüenza y de dolor por las culpas y graves responsabilidades del pasado”, ha
subrayado el director de la Oficina de prensa de la Santa Sede, el padre Federico
Lombardi. Ha ayudado a la iglesia a devolverle la dignidad después de los escándalos
de los sacerdotes pederastas. Y lo ha hecho “sin escapar a las dificultades, con lealtad,
honestidad y claridad de conciencia”.
Un viaje en el que el Santo Padre, a
pesar de haber tocado solamente dos ciudades, Nueva York y Washington, ha tendido
una apretada agenda que le ha permitido insistir en tierra americana sobre algunos
de los temas fundamentales de su pontificado. Punto central del viaje: el discurso
sobre los derechos humanos del Pontífice en la ONU; punto emotivo: la vista a la Zona
Cero. El Papa también ha alabado el modelo estadounidense de laicidad, que no excluye
sino, que al contrario, anima la presencia de la fe en el discurso público. Una presencia
que permite a la democracia permanecer sana y vital, sin perder “sus valores”.