Lunes, 21 abr (RV).- Benedicto XVI finalizó ayer su octavo viaje apostólico internacional
a Estados Unidos, dejando atrás momentos muy emotivos, como el vivido ayer al encender
un cirio en la Zona Cero donde el Pontífice pronunció una oración ante representantes
de las autoridades civiles y familiares de las víctimas en la que pidió que el amor
llegue a los corazones de cuantos viven nublados por el odio. El Santo Padre visitó
Washington y Nueva York, en cuatro días, durante los que se encontró, además de con
el presidente estadounidense, con jóvenes universitarios, niños discapacitados, familiares
de las víctimas de abusos sexuales, miembros de las diferentes archidiócesis, el personal
de Naciones Unidas, y con la comunidad judía de la capital norteamericana. Cumpliendo
una agenda repleta de actos que el Papa quiso cumplir para mostrar a este país, la
cercanía de la Iglesia.