Balance del viaje apostólico de Benedicto XVI a Estados Unidos

Lunes, 21 abr (RV).- Cuando faltaban pocas horas para el retorno del Papa a la Ciudad del Vaticano, el padre Federico Lombardi, director de la Sala de Prensa de la Santa Sede hizo un breve balance de este viaje apostólico de Benedicto XVI a Estados Unidos, asegurando que se han logrado, incluso inesperadamente, sus objetivos pues el encuentro del Papa y el pueblo estadounidense fue de amistad, de respeto y de reconocimiento de las características positivas de este pueblo y su vocación de servicio a toda la humanidad. Pero además se ha logrado la reconciliación de la iglesia católica.

“También se alcanzó el necesario aliento a la Iglesia católica americana que ha vivido sus períodos difíciles, seguidos por los ya bien conocidos escándalos de los años recientes, pero que ha sido proyectada por el Papa con confianza hacia el futuro, más allá de este dolor de estos años, haciendo que esta triste y dolorosa experiencia del pecado, sea también un punto de partida para una renovada responsabilidad y para una gran esperanza en poder volver a dar un pleno entusiasmo, y la propia contribución a la sociedad americana- una contribución de carácter educativo, pastoral, espiritual- con plena esperanza y dignidad”.

Precisamente al final del viaje del Santo Padre a Estados Unidos, ayer domingo, se llevó a cabo uno de los momentos más esperados en todo el mundo: la oración del Papa en la Zona Cero, el Ground Zero, de Nueva York lugar de la tragedia que signó el inicio del Tercer Milenio cuando millones de personas vieron desplomarse las dos Torres Gemelas de Nueva York, símbolos de la riqueza, del poder, del consumo y de la modernidad de una ciudad cosmopolita, y que ahora sólo recuerdan la muerte, el dolor y el horror, la pesadilla del odio y de la violencia. Allí el Papa fue a rezar, a implorar a Dios por la reconciliación, por la paz, a recordar que Jesucristo es nuestra esperanza. Así lo expresó, en una entrevista a nuestra emisora, el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, el Padre Federico Lombiardi.

“Ciertamente la esperanza es la gran lectura de este viaje del Papa a Estados Unidos. Y si bien este momento en al Zona Cero evoca tragedias terribles, debe ser leído en clave de esperanza, de purificación. Hemos estado en un lugar símbolo del odio, de un odio incomprensible, de un odio misterioso, muy grande, la negación de la dignidad de la vida humana. Pero, es también un lugar que recuerda mucha solidaridad, que recuerda el empeño por buscar salvar a aquellos que habían sido golpeados por esta tragedia. Un lugar donde muchos sacrificaron sus vidas por los demás”.

Un lugar – continuó el portavoz vaticano- para construir hacia lo alto, así como los rascacielos de Manhattan, un lugar donde encontrar las bases para volver a construir, donde ha habido un gran odio, un lugar fundado en el amor, en la comprensión recíproca y en los valores comunes que son más fuertes que la muerte.

Por último, refiriéndose a la visita de Benedicto XVI en Naciones Unidas, el Padre Lombardi reconoció que ha tenido un carácter muy especial respecto a los otros momentos de encuentro con el pueblo y la iglesia estadounidense, ya que allí dio su mensaje a toda la humanidad.

“Un mensaje quizás no muy clamoroso, pero extremadamente importante, justamente por su profundidad. Un mensaje que merece ser reflexionado por lo representantes de los pueblos - concluyó el portavoz vaticano- para encontrar también allí las bases de la construcción de los derechos humanos, de la dignidad de la persona humana, sobre la cual construir el futuro del mundo sobre bases más sólidas”.