El siervo de Dios Juan Pablo II, perfil de una persona extraordinaria
Martes, 1 abr (RV).- Se ha hablado mucho en estos últimos días, en la vigilia del
tercer aniversario de la muerte de Juan Pablo II, de la marcha y de cómo está yendo
el proceso de beatificación y de canonización del Papa Wojtyla, cuyo iter, por lo
que se refiere a la documentación, se ha entregado al competente dicasterio vaticano.
Nos habla de ello el postulador de la causa de beatificación del Siervo de Dios Juan
Pablo II, Mons. Slawomir Oder, en una entrevista a la sección polaca de nuestra emisora.
Se trata aproximadamente de 2 mil páginas que ahora necesitarán de ulteriores
pequeñas correcciones de naturaleza técnica. Pero puedo decir que el trabajo de redacción
completa está prácticamente terminado. Ahora será el relator, el padre dominico, Daniel
Ols, de la Congregación para las Causas de los Santos, después de examinar el conjunto
del material, el que dará la aprobación y definirá las posteriores etapas para la
presentación definitiva, oficial de la positio. De momento, es prematuro adelantar
una fecha precisa para la entrega del documento, pero puedo decir que no será seguramente
demasiado tarde.
La positio, recordamos, es la relación que recoge todos
los documentos organizados de modo sistemático y orgánico que hacen referencia al
siervo de Dios Juan Pablo II. ¿Nos puede decir algo más de este documento?
Sí,
de hecho es una elaboración conceptual de los méritos de todo el material que ha sido
recogido. En él vienen presentados todos los testimonios recogidos durante las audiciones
de los testigos, pero también los documentos recogidos por la Comisión histórica.
La positio pues, por una parte presenta el material que ha sido recopilado, y por
otra parte es la presentación, en base a este material, de cómo el siervo de Dios
Juan Pablo II ha vivido su vida de cristiano, de sacerdote, de obispo, y de Papa.
Y cómo en esta vida ha practicado y ejercitado las virtudes de manera tal que hoy
permiten definirlo un beato.
¿Ha sido éste un trabajo que ha ayudado a
definir con más claridad el perfil de santidad de Juan Pablo II?
Naturalmente
que sí. Ha sido precisamente el trabajo el que ha demostrado este perfil de santidad.
Podemos decir que si alguien se esperaba alguna sorpresa, alguna revelación extraordinaria,
en términos de novedad que hubieran podido surgir de este trabajo, hemos de decir
que ha salido decepcionado. En cambio, lo que aparece es que descubrimos el hecho
que Juan Pablo II, así como lo hemos conocido, ha sido una persona extremadamente
coherente. No ha habido una doble vida. Una vida vivida bajo la mirada del mundo que
lo admiraba y seguía con atención, benevolencia y curiosidad; y luego, otra vida vivida
en privado. Era tal como lo hemos conocido y lo hemos visto: es verdaderamente el
perfil de una persona extraordinaria, de manera que podemos decir que precisamente
en su vida se ha verificado lo que entendemos por “ordinaria santidad cristiana”,
es decir, no las cosas clamorosas, sino las cosas ordinarias, vividas con extraordinaria
intensidad espiritual, caridad y amor por el Señor.
¿Quiere decir que el
perfil público del Pontífice coincide de alguna manera con su perfil espiritual personal,
de hombre de fe, de sacerdote?
Sí, así es. Es un hombre de gran fe. Un testigo
de la fe heroica, pero también un testigo de extraordinaria caridad, que ha sabido
demostrarlo en el ejercicio de su misión de obispo de Roma, de Papa.