2008-03-30 15:15:41

El Card. Bertone celebra la Santa Misa en la Iglesia de Santo Spirito in Sassia y recuerda que “por deseo del amado Pontífice Juan Pablo II, este domingo ha sido llamado también, Domingo de la Divina Misericordia”


Domingo, 30 mar (RV).- “Por deseo del amado Pontífice Juan Pablo II, este domingo ha sido llamado también, Domingo de la Divina Misericordia”, ha afirmado el cardenal Bertone en la celebración eucarística que ha presidido en la Iglesia de Santo Spiritto in Sassia, y ha proseguido diciendo que “en estos años, esta hermosa Iglesia de Santo Spirito in Sassia se ha convertido en centro de irradiación del culto de la Divina Misericordia unido a Santa Faustina Kowalska, aquí se ha desarrollado, cada vez más, un amplio movimiento de oración y de animación espiritual”.

En la fiesta de la Divina Misericordia, a las 9 y media de esta mañana, el cardenal Secretario de Estado de Su Santidad Tarcisio Bertone, ha celebrado la Santa Misa en esta iglesia, cercana al Vaticano. En la homilía que ha hablado de la divina Misericordia, y ha recordado la mística contemporánea como uno de sus instrumentos más nobles, el cardenal Tarcisio Bertone ha rendido homenaje al extraordinario compromiso apostólico de la comunidad unida a la Iglesia de Spirito in Sassia.

Antes de entrar en el corazón del mensaje de la Divina Misericordia el purpurado ha recordado también que hoy concluye la Octava de Pascua, con el Domingo in Albis, que recuerda la antigua tradición de aquellos que en la solemne Vigilia Pascual recibían el don del Bautismo revestidos por una túnica blanca que llevaban durante toda la semana. El cardenal italiano inmediatamente ha proseguido con el anuncio de la misericordia que llama a todos a una vida nueva gracias a Aquel que resurge: “Su Espíritu Santo renueva y transforma también las existencias humanas más comprometidas con el mal, jamás hay que desesperarse. ¡Éste es el don de la Divina Misericordia! El corazón abierto a todos”.

Y mensajera de esta potencia renovadora ha sido Sor Faustina Kowalska. Un acontecimiento humano que el Secretario de Estado de Su Santidad ha recordado con las palabras utilizadas por Juan Pablo II en ocasión de la canonización de la humilde religiosa polaca: “La luz de la Divina Misericordia que el Señor ha querido entregar de nuevo al mundo por medio del carisma de Suor Faustina, iluminará, una vez más y para siempre, el camino de los hombres del Tercer Milenio”.

Una tensión espiritual universal que el cardenal Bertone ha descrito citando los diarios de la religiosa, donde se expresa todo el dolor por el sufrimiento del prójimo. Un amor que va más allá de los confines de la historia personal que según el purpurado indica el camino de la salvación: “En esta búsqueda del amor más grande está nuestra salvación. En esta auto-superación incluso de las estratificaciones de las desconfianzas entre los pueblos, está el futuro, la salvación de la humanidad. Que el encuentro con la Divina Misericordia nos abra los ojos del corazón para que podamos reconocer el rostro de un Dios que por medio del sacrificio de su Hijo, atrae hacia sí la entera humanidad. ¡Sólo el amor de Dios salvará el mundo!”.

El Cardenal Secretario de Estado de Su Santidad, Tarcisio Bertone ha finalizado su homilía dirigiendo su oración a María, Madre de Misericordia. Al final de celebración Eucarística, los fieles se han dirigido en procesión hacia la Plaza de San Pedro para participar en el rezo del Regina Coeli con el Pontífice.







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