2008-03-28 13:40:20

“Frente al mal, está el bien; frente a la muerte, la vida”


Jueves, 27 mar (RV).- “Frente al mal, está el bien; frente a la muerte, la vida” (Sir 33,14). Con este mensaje, la Conferencia Episcopal española promueve, en coincidencia con la solemnidad de la Encarnación del Señor, que este año se celebra el 31 de marzo, la VII Jornada por la Vida. Con esta celebración, los obispos españoles invitan a la oración y a proclamar el valor sagrado de toda vida humana desde su comienzo en la fecundación hasta su fin natural, e instan a que de esta oración brote un compromiso decidido para vencer al mal a fuerza de bien, a la “cultura de la muerte” promoviendo una cultura que acoja y promueva la vida.

En el programa explicativo de esta jornada, se recuerda que el misterio de la Encarnación del Señor nos invita a considerar la grandeza y dignidad de la vida humana. Como nosotros, el Hijo de Dios comenzó su vida humana en el seno de su Madre. Por eso, este misterio nos recuerda que desde el momento de la concepción, la vida humana tiene un valor sagrado que todos debemos reconocer, respetar y promover: “la vida del hombre es don de Dios, que todos están llamados a custodiar siempre”.

El presidente de Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, Mons. Julián Barrio Barrio; el presidente de la Subcomisión para la Familia y Defensa de la Vida, Mons. Juan Antonio Reig Pla; Mons. Francisco Gil Hellín; Mons. Vicente Juan Segura; y Mons. Manuel Sánchez Monge, firman el documento de esta Jornada por la Vida, “porque –se lee en la nota- los obispos sentimos el deber de promover en la Iglesia y en la sociedad el valor de la vida humana, alentando todas las iniciativas que promueven la familia y la vida como, por ejemplo, la moratoria internacional sobre el aborto”.

Los obispos recuerdan las recientes noticias llegadas desde España donde salieron a la luz clínicas abortivas clandestinas, “esta realidad, que los obispos venimos denunciando desde hace años –prosiguen- ha suscitado de nuevo el debate sobre el aborto en nuestra sociedad. Como ya dijimos, aun considerando como un gran avance el cese de la práctica ilegal del aborto, la acción genuinamente moral y humana sería la abolición de la «ley del aborto», que es una ley injusta”, escriben los prelados, recordando después a Juan Pablo II, cuando en 1982, en su visita a Madrid señaló: “Quien negara la defensa a la persona humana más inocente y débil, a la persona humana ya concebida aunque todavía no nacida, cometería una gravísima violación del orden moral. Nunca se puede legitimar la muerte de un inocente. Se minaría el mismo fundamento de la sociedad”.

En este sentido, invitan a los fieles a que “eleven su oración al Señor para que ilumine la conciencia de nuestros conciudadanos, especialmente la de los políticos. Que el Dios de la vida les ayude a comprender y remediar el enorme drama humano que el aborto supone para el niño en el seno de su madre, para la propia madre, y para la sociedad entera. La ley del aborto debe ser abolida, al tiempo que hay que apoyar eficazmente a la mujer, especialmente con motivo de su maternidad, creando una nueva cultura donde las familias acojan y promuevan la vida. Una alternativa importante es la adopción. Miles de esposos tienen que acudir a largos y gravosos procesos de adopción mientras en España más de cien mil niños murieron por el aborto durante el año 2006”. 

Asimismo los obispos españoles se dirigen a los católicos para recordarles sus obligaciones morales y de conciencia. “Ningún católico, ni en el ámbito privado ni público, -escriben- puede admitir en ningún caso prácticas como el aborto, la eutanasia o la producción, congelación y manipulación de embriones humanos, La vida humana es un valor sagrado, que todos debemos respetar y que las leyes deben proteger”.

Y es que la vida es una realidad maravillosa que no deja de sorprendernos. Cuantos más datos nos proporciona la ciencia, mejor podemos comprender que la vida del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, es un misterio que desborda el ámbito de lo puramente bioquímico.







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