El diálogo ecuménico entre la Iglesia de Oriente y Occidente y la inminente celebración
del Jubileo Paulino, aspectos destacados por el Papa en su discurso al nuevo embajador
de Grecia ante la Santa Sede
Sábado, 15 mar (RV).- El diálogo ecuménico y la celebración del Jubileo Paulino han
centrado el discurso de Benedicto XVI al nuevo embajador de Grecia ante la Santa Sede,
Miltiadis Hiskakis, que esta mañana ha presentado sus cartas credenciales a Benedicto
XVI. Tras desear a las autoridades y al pueblo griego un camino de bienestar y de
paz, el Papa se ha referido a los significativos encuentros que en los últimos años
han estrechado las relaciones entre Grecia y la Santa Sede.
En este camino,
el Pontífice ha puesto de relieve la visita que su predecesor Juan Pablo II realizó
en su peregrinación tras las huellas de San Pablo en el contexto del Jubileo del año
2000, y que fue seguido de una serie de visitas de delegaciones ortodoxas y católicas
entre Roma y Atenas. El Pontífice también ha destacado la visita del presidente griego
al Vaticano en el 2006, y la de su Beatitud Cristodoulos, fallecido recientemente
y por quien el Papa sigue elevando sus oraciones por sus valiosos esfuerzos en favor
de la unidad de los cristianos de Oriente y Occidente.
Igualmente, el Santo
Padre ha aprovechado la oportunidad para ofrecer su fraternal saludo de paz al nuevo
Arzobispo de Atenas y toda Grecia, su Beatitud Ieronymos, asegurando sus oraciones
por un fructífero ministerio pastoral.
Retornando al tema del camino para
la unidad de los cristianos, Benedicto XVI ha asegurado que en las últimas décadas
han surgido claros signos de esperanza de las reuniones ecuménicas, que no sólo han
reafirmado el común patrimonio de católicos y ortodoxos, sino que han abierto las
puertas a profundas discusiones sobre el preciso significado de la unidad de la Iglesia.
Indudablemente, ha dicho el Papa, esto requiere que ambas partes continúen un sincero
diálogo y que asuman con coraje el nuevo espíritu de amistad que ha caracterizado
las conversaciones, invitando a los participantes a rezar fervientemente junto a Jesús
por la unidad de los cristianos.
El Santo Padre, se refirió también al inminente
Jubileo dedicado a los 2000 mil años del nacimiento de San Pablo, considerando que
es una ocasión propicia para intensificar el diálogo ecuménico. Este brillante Apóstol
de las Gentes -ha subrayado el Pontífice- dedicó su vida a predicar el testimonio
de la Cruz de Cristo al pueblo de Grecia. Esta celebración cobra una gran importancia,
justamente, porque la memoria de San Pablo está plantada en el suelo griego, ha dicho
el Papa, al manifestar su confianza en que los peregrinos que lleguen a Grecia para
visitar los lugares asociados al apóstol encuentren un cálido espíritu de hospitalidad
en esa nación.
Benedicto XVI se ha referido también al vibrante intercambio
que en el pasado se dio entre la cultura helenística y el cristianismo, enriqueciendo
el lenguaje y la filosofía, incluso para que los cristianos comunicaran el Evangelio
de una manera más coherente y persuasiva en el mundo. Todavía hoy, los visitantes
en Atenas, pueden ver las palabras de san Pablo contemplando el Areópago donde predicó
a la ciudad. Sus palabras aún resuenan en los corazones de los hombres y de las mujeres
-ha afirmado el Papa- y pueden ayudar a los contemporáneos a apreciar más profundamente
su dignidad humana y promover el bien en toda la humanidad.
Más adelante, el
Papa se ha referido a la necesidad de resolver algunas cuestiones administrativas
concernientes al estatus jurídico de la Iglesia Católica en Grecia, invitando a un
trabajo conjunto que permita mejorar las condiciones de las comunidades eclesiales
locales. También Benedicto XVI ha destacado el papel de Grecia en la comunidad internacional,
sobretodo, en la promoción de la paz y la reconciliación en el área del Mediterráneo.
Al
concluir, el Papa no ha podido dejar de mencionar la trágica devastación causada por
los incendios el verano pasado, renovando al embajador helénico la disposición de
la Santa Sede para continuar ofreciendo asistencia ante estas circunstancias y asegurando
sus oraciones al pueblo de Grecia.