Benedicto XVI pide al nuevo embajador de Bolivia ante la Santa Sede “superar las tensiones
para construir una paz basada en la justicia”
Viernes, 14 mar (RV).- Benedicto XVI en el curso de la mañana ha recibido las cartas
credenciales del nuevo embajador de Bolivia ante la Santa Sede, Carlos Federico de
la Riva Guerra. En su discurso el Papa ha insistido “en las hondas raíces cristianas
de Bolivia que ha sostenido a su pueblo y lo han acompañado a través de los avatares
de su historia, promoviendo el sentido de respeto y reconciliación”. A este respecto,
el Papa ha recordado “la masiva y calurosa acogida de todos los bolivianos” a su venerado
predecesor Juan Pablo II durante la visita que realizó hace veinte años al país, “y
que puso de manifiesto la fuerte impronta religiosa y el espíritu de comunión y de
fraternidad de todo el pueblo”.
“Recordar este acontecimiento es importante
-ha subrayado el Santo Padre- en un momento en el que vuestra nación está viviendo
un profundo proceso de cambio, que produce situaciones difíciles y a veces preocupantes.
En efecto, no es posible permanecer indiferentes cuando la tensión social va en aumento
y se difunde un clima que no favorece el entendimiento”. El Pontífice ha destacado
que las posiciones enfrentadas “obstaculizan el diálogo constructivo para encontrar
soluciones de equidad económica y de justicia”.
“Las autoridades que rigen
los destinos del pueblo, así como los responsables de las organizaciones políticas,
sociales y civiles, necesitan -ha explicado el Papa- de la prudencia y sabiduría que
nace del amor por el hombre, con el fin de promover en la entera población las condiciones
necesarias para el diálogo y el acuerdo”. Este loable objetivo se verá favorecido
si todos los bolivianos aportan lo mejor de sí mismos con franqueza y próvida solicitud
no exenta, a menudo, de abnegación y sacrificio.
Benedicto XVI ha recordado
que “el renacimiento civil y social, político y económico exige siempre una desinteresada
laboriosidad y generosa entrega en favor de un pueblo que reclama ayuda material,
moral y espiritual”. “La consecución de la paz -ha afirmado el Santo Padre- ha de
estar basada en la justicia, la verdad y la libertad, así como en la cooperación recíproca,
el amor y la reconciliación entre todos”.
Hablando del papel de la Iglesia
ante las necesidades y esperanzas del pueblo boliviano, el pontífice ha señalado que
en el Documento conclusivo de la V Conferencia del Episcopado de América Latina y
del Caribe, en Aparecida, “los Obispos consideraron urgente colaborar con las instancias
políticas y sociales para crear nuevas estructuras que consoliden un orden social,
económico y político, promuevan una auténtica convivencia humana, impidan la prepotencia
de algunos y faciliten el diálogo fraterno, sincero y constructivo para los necesarios
consensos sociales”.
Para ello, ha finalizado Benedicto XVI, es preciso que
“la defensa y salvaguardia de los derechos humanos esté firmemente respaldada por
valores éticos, como la justicia y el anhelo de paz, la honestidad y la transparencia,
así como la solidaridad efectiva para que se corrijan las injustas desigualdades sociales”.