2008-03-12 15:22:40

Audiencia general: el Papa centra su catequesis en el filósofo Boecio y recuerda a quienes ahora sufren su misma suerte a causa de la injusticia de la justicia humana


Miércoles, 12 mar (RV).- Benedicto XVI ha dedicado su catequesis de este miércoles a la figura del filósofo Boecio. Su muerte bajo tortura ha servido al Papa para exponer algunas consideraciones sobre las condiciones de los detenidos, sobre todo de los encarcelados injustamente.

Como en otras ocasiones, la tradicional Audiencia General de los miércoles se ha desarrollado hoy en dos fases, dada la numerosa presencia de peregrinos. Según cálculos de la Prefectura de la Casa Pontificia han participado en la audiencia más de 13 mil personas.

En la basílica vaticana, el Papa ha tenido un caluroso encuentro con numerosos grupos de estudiantes italianos a los que ha recordado que “la escuela no puede ser solamente un lugar de aprendizaje de nociones, sino que está llamada a ofrecer también oportunidades para profundizar sobre válidos mensajes de carácter cultural, social, ético y religioso”. “Quien enseña -ha dicho el Papa- ha de percibir también la implicación moral que supone todo saber humano, porque el hombre conoce para actuar y el actuar es fruto de su conocimiento”.

Benedicto XVI ha dicho que “la escuela afronta hoy notables desafíos que surgen en el campo de la educación de las nuevas generaciones”. Y dirigiéndose a los jóvenes estudiantes les ha indicado que “si quieren seguir a Cristo, en la actual sociedad, marcada por rápidos y profundos cambios, han de poner al día su formación espiritual, esforzándose en comprender los contenidos de la fe”. “Podréis así estar preparados a responder sin titubeos a quienes os pidan razones sobre vuestra adhesión al Señor”.

La segunda parte de la Audiencia, el Santo Padre la ha tenido en el aula Pablo VI donde ha desarrollado la catequesis de hoy que ha dedicado a Boecio, filosofo que vivió entre los siglos V y VI en la península itálica, y que fue torturado y ajusticiado por del rey ostrogodo Teodorico el Grande en el año 525, en Pavía.

Benedicto XVI ha señalado que la dramática muerte de Boecio representa el símbolo de los detenidos injustamente, y que es un ejemplo, también en la actualidad, "de las personas que sufren su misma suerte a causa de la injusticia de la justicia humana". Cualquier detenido "intuye cuán dura es esta particular condición humana, y más aún cuando viene endurecida, como sucedió a Boezio, con la tortura". Llegan a ser condiciones "absurdas" -ha dicho el Papa- cuando, como en el caso de Boecio, se es condenado a muerte por defender “las propias convicciones, políticas o religiosas".

Luego, el Pontífice ha hablado sobre "De consolatione philosophiae", la obra que Boecio escribió en la cárcel. En ella el filósofo "supo distinguir entre los bienes aparentes, que en la prisión desaparecen, y los bienes y las amistades verdaderas que son las que perduran, siendo Dios el único bien verdadero que no desaparece nunca". Benedicto XVI, ha explicado que Boecio nos enseña a no caer en el "fatalismo" porque "lo que gobierna el mundo no es la fortuna sino la Providencia de Dios".

El Santo Padre también ha hablado de la figura de otro pensador, contemporáneo de Boecio, Marco Aurelio Casiodoro, que "transmitió el inmenso patrimonio cultural del Imperio romano" y "medió entre las varias poblaciones bárbaras". El Papa ha explicado que la vida de Casiodoro enseña que "el actual enfrentamiento entre culturas se resuelve al transmitir los grande valores y enseñar a los jóvenes la vía de la reconciliación y de la paz".

Este ha sido el resumen que de su catequesis ha hecho el Santo Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua presentes en la audiencia: RealAudioMP3

Queridos hermanos y hermanas:
Boecio nació en Roma en una familia noble y fue senador a los veinticinco años. No obstante la actividad pública, no descuidó los estudios, dedicándose particularmente a la profundización de temas filosófico-religiosos. Su obra principal es el De consolatione philosophiae, que compuso mientras estuvo encarcelado injustamente. En ella se esfuerza por convencer a los hombres para que orienten su vida hacia Dios, fin y principio de toda criatura. Contemporáneo a Boecio fue Marco Aurelio Casiodoro, quien con el fin de conservar y transmitir el inmenso patrimonio cultural del Imperio romano fundó Vivarium, un monasterio organizado de tal modo que se estimase como precioso e irrenunciable el trabajo intelectual de los monjes, sin olvidar la espiritualidad monástica y la caridad para con los pobres. En sus enseñanzas, particularmente en las obras De anima e Institutiones divinarum litterarum, ocupa un lugar central la oración, nutrida de la Sagrada Escritura. De igual modo, pone la búsqueda y la contemplación de Dios como fin principal de la vida monástica.

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular, a los fieles venidos de Málaga, a los alumnos de distintos Institutos y Colegios de diversas ciudades de España, así como a los grupos procedentes de México y de otros países latinoamericanos. En el camino cuaresmal, a la luz de los escritos de Boecio y Casiodoro, amemos intensamente la Palabra de Dios, especialmente los Salmos, que nos ayudan a rezar y a estar muy unidos al Señor. Os deseo a todos una Semana Santa colmada de frutos de santidad. Muchas gracias.

Benedicto XVI ha finalizado la audiencia en el aula Pablo VI saludando a los enfermos y a los recién casados. El camino cuaresmal que estamos recorriendo acreciente en vosotros, queridos enfermos, la esperanza en Cristo crucificado que nos sostiene en la prueba y os ayude a vosotros, recién casados, a hacer de vuestra vida familiar una misión de amor fiel y generoso.








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