Tercera predicación de Cuaresma: Poner en práctica la palabra de Dios es cumplir un
camino de santificación personal
Viernes, 7 mar (RV).- Acoger la palabra de Dios, contemplarla y ponerla en práctica
significa cumplir un “camino de santificación personal”. Es lo que ha manifestado
el padre Raniero Cantalamessa, predicador de la casa Pontificia, en la tercera predicación
de Cuaresma pronunciada esta mañana en presencia del Santo Padre y la Curia Romana,
en la capilla “Redemptoris Mater” del Vaticano.
“Para completar este camino
- ha advertido el padre capuchino, tomando como base la Carta de Santiago -, se debe
evitar el riesgo de “lecturas impersonales, limitándose solamente a estudiar las Sagradas
Escrituras; también se debe evitar una interpretación literal del texto, “sin ninguna
mediación hermenéutica”. “Se trata de dos peligros aparentemente opuestos que tienen
en común el hecho de desatender el Espíritu”.
“El alma que se mira en el
espejo de la Palabra aprende a conocerse a sí misma”. La palabra de Dios, ha señalado
el predicador, asegura una fundamental e infalible dirección espiritual. Y las palabras
de Dios bajo la acción del Espíritu Santo “se convierten en expresión de la viviente
voluntad de Dios para nosotros. La obediencia a la Palabra de Dios es la obediencia
que podemos hacer siempre”. La reflexión del religioso franciscano ha concluido con
la oración que san Agustín eleva a Dios en sus Confesiones: “Sean tus escrituras mis
castas delicias; que yo no me engañe sobre ellas, ni engañe a los otros con ellas”.