2008-02-25 17:32:02

Sor Lucía dos Santos, la última vidente de Fátima


Lunes, 25 feb (RV).- El pasado 13 de febrero, el Santo Padre anunciaba la apertura de la causa de beatificación de Sor Lucía dos Santos, la vidente de Fátima. El prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, cardenal José Saraiva Martins, se hacía eco del mensaje de Benedicto XVI, revelando que la religiosa dejó una serie de importantes escritos inéditos.

"Desde la muerte de Sor Lucía se puso en evidencia -lo que se había difundido en Portugal y también en el resto del mundo-, la fama de santidad de esta humilde religiosa", explicó el cardenal portugués al comentar la decisión del Papa de suspender la norma que requiere el paso de cinco años para iniciar cualquier proceso de beatificación. El anuncio fue efectuado por el cardenal Saraiva durante una celebración eucarística que presidió en la catedral de Coimbra con motivo del tercer aniversario de la muerte de la religiosa carmelita.

El Papa autorizó la apertura de la causa el 17 de diciembre, pero pidió al cardenal que fuese él, como Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos quien diese la noticia. Los dos pastorcitos, Francisco y Jacinta Marto, primos de Lucía y también videntes de Fátima, fueron beatificados el 13 de mayo de 2000 por Juan Pablo II.

El Prefecto del dicasterio recordó que en la última década sólo se produjeron dos casos en los que se derogó la norma de esperar cinco años: la Beata Teresa de Calcuta y el Papa Juan Pablo II. El cardenal Saraiva explicó que en el proceso de beatificación de la religiosa no se tendrán en cuenta ni las apariciones de la Virgen ni los tres secretos que le reveló; sino la heroicidad de sus virtudes y el requerido milagro obtenido por su intercesión. Finalmente, el Purpurado portugués confirmó que Lucía dejó un diario y "otros importantes escritos inéditos", y auguró "que sean publicados pronto, ya que son un tesoro espiritual".


Sor Lucía murió el 13 de febrero de 2005 a la edad de 97 años en un convento carmelita de Coimbra. Nacida el 22 de marzo de 1907 en una localidad cercana a Fátima, fue allí, cuando tenía diez años, que vio por primera vez a la Virgen, mientras estaba con sus primos los hermanos beatos Francisco y Jacinta Martos, ambos fallecidos a temprana edad. Lucía entró en 1921 en el colegio de las Hermanas Doroteas en la localidad de Vilar, en las cercanías de Oporto, desde donde se trasladó en 1928 a la ciudad española de Tui, donde vivió algunos años. En 1946 regresó a Portugal y, dos años después, entró en el Carmelo de Santa Teresa de Coimbra, donde profesó sus votos como carmelita en 1949.

En el mensaje que el Siervo de Dios Juan Pablo II envió en ocasión del funeral de Sor Lucía presidido por el cardenal Tarcisio Bertone en calidad de enviado especial, el Pontífice recordaba los distintos encuentros que mantuvo con ella, y “los vínculos de amistad espiritual que con el paso del tiempo se intensificaron”. El Papa Juan Pablo II afirmó sentirse “sostenido por el don diario de su oración, especialmente en los momentos duros de la prueba y del sufrimiento. Que el Señor la recompense ampliamente por el gran y escondido servicio que ha hecho a la Iglesia”, exhortó el predecesor de Benedicto XVI.







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