2008-02-17 14:46:04

Ángelus: Palabras de aliento del Papa a la tierra del Líbano para que consiga pronto la estabilidad, a la vez que critica las actitudes de violencia verbal y física que se están viviendo en este país


Domingo, 17 feb (RV).- En este segundo domingo de Cuaresma, Benedicto XVI, ha recordado la importancia del pasaje Evangélico de hoy, que evoca la Transfiguración de Jesús en el monte. Precisamente este pasaje, junto al del pasado domingo dedicado a la tentación de Jesús en el desierto, anticipa el misterio pascual. “Podemos decir –ha señalado el Santo Padre- que estos dos domingos, son los pilares en los que se apoya el edificio de la Cuaresma hasta la Pascua”.

Tras recordar que la transfiguración es un acontecimiento de oración que lleva a la unión íntima con Dios, Benedicto XVI ha dirigido unas palabras de aliento a la tierra del Líbano, que desde hace meses no consigue la paz al no encontrar un jefe de Estado. “Los esfuerzos por poner fin a la crisis y el apoyo ofrecido por numerosos exponentes importantes de la Comunidad internacional, aunque si todavía no se ha conseguido un resultado, demuestran la intención de elegir un presidente, que sea tal para todos los libaneses, y establecer de este modo las bases para superar las divisiones existentes”, ha exhortado el Papa.

Prosiguiendo en el análisis de la situación que se vive en el Líbano, el Santo Padre ha expresado asimismo su preocupación por “la inusual ola de violencia verbal” que vive el país, y por cuantos ponen “su confianza en la fuerza de las armas y en la eliminación física de los adversarios”.

“Junto al Patriarca maronita y a todos los obispos libaneses –ha señalado el Papa- os pido que os unáis a mi súplica a Nuestra Señora del Líbano, para que anime a los ciudadanos de esa querida nación, y en particular a los políticos, para que trabajen con tenacidad en favor de la reconciliación por un diálogo realmente sincero, por una convivencia pacífica, y por el bien de una Patria que sentimos profundamente común”.

Evocando de nuevo el tema de la Transfiguración del que hoy se ocupa el Evangelio, el Pontífice ha señalado, que éste momento hace pensar en el bautismo, en el vestido blanco que llevan los recién nacidos: “Quien renace en el bautismo está revestido de luz, anticipando la existencia celeste que el Apocalipsis representa con el símbolo de las vestiduras cándidas. Éste es el punto crucial, la transfiguración es el anticipo de la resurrección, pero ésta presupone la muerte”.

Benedicto XVI ha finalizado su alocución previa al Ángelus recordando que para entrar en la vida eterna “es necesario escuchar a Jesús, seguirlo en la vía de la Cruz, llevando en el corazón –como ÉL- la esperanza de la resurrección. Spe Salvi, salvados en la esperanza. Hoy podemos decir: Transfigurados en la esperanza”. 

 
Y como es tradicional el Santo Padre, tras el rezo mariano del Ángelus y el respondo por los fieles difuntos, ha saludado a todos los presentes en varias lenguas. Éstas han sido sus palabras en español: RealAudioMP3 “Dirijo mi cordial saludo a los peregrinos de lengua española que participan en esta oración mariana, especialmente a los fieles provenientes de las parroquias de San Lorenzo y de Nuestra Señora del Rosario de La Unión (Murcia). En este segundo Domingo de Cuaresma, la Iglesia nos invita a contemplar a Cristo, transfigurado en el monte Tabor, para que, iluminados por su Palabra, podamos vencer las pruebas cotidianas de la vida y ser en medio del mundo testigos de su gloria. ¡Muchas gracias!”.







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