Benedicto XVI recuerda durante el Ángelus que entrar en Cuaresma significa renovar
la decisión personal y comunitaria de afrontar el mal junto a Dios, siendo el camino
de la Cruz, el único que conduce a la victoria del amor sobre el odio
Domingo, 10 feb (RV).- En este primer domingo de Cuaresma, el Santo Padre Benedicto
XVI ha querido recordar, durante su alocución previa al rezo mariano del Ángelus,
el significado de este periodo que dio inicio el pasado miércoles con el ayuno y el
rito de las cenizas, y lo hizo con estas palabras: “La Cuaresma significa iniciar
un tiempo de particular compromiso en la lucha espiritual que nos enfrenta al mal
presente en el mundo, en cada uno de nosotros y entorno a nosotros. Quiere decir mirar
al mal cara a cara y disponerse a luchar contra sus efectos, sobre todo contra sus
causas, hasta la causa última que es Satanás. Significa no descargar el problema del
mal en los demás, en la sociedad o en Dios, sino reconocer las propias responsabilidades
y ser responsables conscientemente”.
En este sentido el Pontífice ha recordado
la invitación que como cristianos nos hizo Jesús, llamándonos a cargar cada uno su
propia “cruz” y a seguirle con humildad y confianza. Porque aunque esta “cruz” sea
muy pesada, no es sinónimo de desventura –ha señalado el Papa- sino de “oportunidad
para adquirir la fuerza en la lucha contra el pecado y el mal”.
“Por lo tanto,
entrar en Cuaresma significa renovar la decisión personal y comunitaria de afrontar
el mal junto a Dios. El camino de la Cruz es de hecho, el único que conduce a la victoria
del amor sobre el odio, del compartir sobre el egoísmo, y de la paz sobre la violencia”.
Asimismo,
Benedicto XVI ha querido recordar a los cientos de peregrinos congregados en la plaza
de san Pedro del Vaticano, que este periodo de Cuaresma corresponde con el 150 aniversario
de las apariciones de Lourdes. “El mensaje que la Virgen continúa difundiendo en Lourdes
–ha precisado el Papa- recuerda las palabras que Jesús pronunció al inicio de su misión
pública y que nosotros escucharemos repetidamente en este tiempo de Cuaresma: Convertíos
y creed en el Evangelio, orad y haced penitencia”. “Acojamos la invitación de María
que es la misma que la de Cristo, y pidamos poder ‘entrar’ con fe en la Cuaresma,
para vivir este tiempo de gracia con felicidad interior y generoso compromiso”.
Y
tras el rezo mariano del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, Benedicto
XVI ha saludado a todos los presentes en varios idiomas. En español, éstas han sido
sus palabras: « Saludo con afecto
a los peregrinos de lengua española, en particular a los fieles de las Parroquias
de la Asunción, de Moratalla y de San Francisco, de Caravaca. En este primer domingo
de Cuaresma, os animo a que os dejéis llevar sin temor por el Espíritu Santo para
seguir más de cerca a Cristo en su camino hacia la Pascua. Pidamos a la Virgen María
que interceda por nosotros, para que sepamos responder con generosidad a la llamada
que Dios nos hace a la conversión y a la renovación de nuestra fe. ¡Feliz domingo! ».
El
Santo Padre ha recordado durante su mensaje que hoy dan inicio sus Ejercicios Espirituales
junto a sus colaboradores de la Curia Romana. El ‘tema-exhortación’ de las meditaciones
de este año, que tendrán lugar en la Capilla del Palacio Apostólico dedicada a la
Madre del Redentor, es «Acojamos a Cristo nuestro Sumo Sacerdote. Teniendo, pues,
tal Sumo Sacerdote que penetró los cielos – Jesús el Hijo de Dios – mantengamos firme
la fe que profesamos». Los ejercicios espirituales terminarán el sábado, 16 de febrero,
con la celebración de laudes y la meditación de clausura. Recordamos, que como es
tradicional, durante este periodo quedan suspendidas todas las audiencias pontificias,
incluida la Audiencia General del miércoles, 13 de febrero.