El Papa critica la persistencia de “una mentalidad machista” y pide un mayor compromiso
de los cristianos para que “se conviertan en promotores de una cultura que reconozca
a la mujer la dignidad que le corresponde”
Sábado, 9 feb (RV).- Benedicto XVI esta mañana en la sala Clementina del Vaticano
ha recibido a los participantes en el Congreso internacional promovido por el Pontificio
Consejo para los laicos, en el XX aniversario de la Carta apostólica Mulieris dignitatem.
Benedicto XVI después de haber escuchado los saludos que le ha dirigido el cardenal
Stanislao Rylko presidente del mencionado dicasterio, ha dicho que “Dios confía a
la mujer y al hombre, según la propia peculiaridad, una específica vocación y misión
en la Iglesia y en el mudo”. Esta ha sido la reflexión del Papa, que ha reconocido
además que la relación hombre-mujer constituye “un punto central de la cuestión antropológica
decisiva en la cultura contemporánea”.
Aludiendo a su predecesor Juan Pablo
II, el Papa ha dicho que con esta Carta apostólica ha querido “profundizar en las
verdades antropológicas fundamentales del hombre y de la mujer, la igualdad en dignidad
y la unidad de ambos, la enraizada y profunda diversidad entre lo masculino y lo femenino
y su vocación a la reciprocidad y a la complementariedad: “Por lo tanto, cuando el
hombre y la mujer pretenden ser autónomos y totalmente autosuficientes, corren el
riesgo de quedarse encerrados en una autorrealización que considera como conquista
de libertad la superación de todo vínculo natural social o religioso, pero que de
hecho les reduce a una soledad opresora”.
La unidad-dual del hombre y de la
mujer, ha señalado el Santo Padre, “se basa en el fundamento de la dignidad de cada
persona, creada a imagen y semejanza de Dios”, evitando “tanto una uniformidad indistinta
y una igualdad allanada y empobrecida, así como una diferencia abisal y conflictiva”.
Benedicto XVI ha confirmado que es menester “una renovada búsqueda antropológica que
sobre la base de la gran tradición cristiana, incorpore los nuevos progresos de la
ciencia y las cuestiones actuales respecto a las sensibilidad cultural”. De esta manera
se puede “profundizar tanto en la identidad femenina como en la masculina, huyendo
de las reflexiones tantas veces parciales e ideológicas.
“Ante las corrientes
culturales y políticas que buscan eliminar, o al menos ofuscar y confundir, las diferencias
sexuales inscritas en la naturaleza humana considerándolas una construcción cultural,
es necesario volver al diseño de Dios que ha creado al ser humano varón y mujer con
una unidad y al mismo tiempo con una diferencia originaria y complementaria”.
La
dimensión femenina y masculina, ha añadido el Pontífice “se corresponden y se complementan”.
Rememorando una intervención suya durante el viaje apostólico a Brasil, el pasado
mes de mayo, el Papa ha criticado la persistencia de “una mentalidad machista”, que
ignora la novedad del cristianismo “el cual reconoce y proclama la igual dignidad
y responsabilidad de la mujer respecto al hombre”.
Benedicto XVI ha aludido
a los múltiples casos donde “la mujer viene discriminada o subvalorada simplemente
por el hecho de ser mujer”. El Papa ha pedido un mayor compromiso de los cristianos
para que dondequiera que estén “se conviertan en promotores de una cultura que reconozca
a la mujer en el derecho y en la realidad de los hechos la dignidad que le corresponde”.