2008-02-09 16:37:37

El Papa critica la persistencia de “una mentalidad machista” y pide un mayor compromiso de los cristianos para que “se conviertan en promotores de una cultura que reconozca a la mujer la dignidad que le corresponde”


Sábado, 9 feb (RV).- Benedicto XVI esta mañana en la sala Clementina del Vaticano ha recibido a los participantes en el Congreso internacional promovido por el Pontificio Consejo para los laicos, en el XX aniversario de la Carta apostólica Mulieris dignitatem. Benedicto XVI después de haber escuchado los saludos que le ha dirigido el cardenal Stanislao Rylko presidente del mencionado dicasterio, ha dicho que “Dios confía a la mujer y al hombre, según la propia peculiaridad, una específica vocación y misión en la Iglesia y en el mudo”. Esta ha sido la reflexión del Papa, que ha reconocido además que la relación hombre-mujer constituye “un punto central de la cuestión antropológica decisiva en la cultura contemporánea”.

Aludiendo a su predecesor Juan Pablo II, el Papa ha dicho que con esta Carta apostólica ha querido “profundizar en las verdades antropológicas fundamentales del hombre y de la mujer, la igualdad en dignidad y la unidad de ambos, la enraizada y profunda diversidad entre lo masculino y lo femenino y su vocación a la reciprocidad y a la complementariedad: “Por lo tanto, cuando el hombre y la mujer pretenden ser autónomos y totalmente autosuficientes, corren el riesgo de quedarse encerrados en una autorrealización que considera como conquista de libertad la superación de todo vínculo natural social o religioso, pero que de hecho les reduce a una soledad opresora”.

La unidad-dual del hombre y de la mujer, ha señalado el Santo Padre, “se basa en el fundamento de la dignidad de cada persona, creada a imagen y semejanza de Dios”, evitando “tanto una uniformidad indistinta y una igualdad allanada y empobrecida, así como una diferencia abisal y conflictiva”. Benedicto XVI ha confirmado que es menester “una renovada búsqueda antropológica que sobre la base de la gran tradición cristiana, incorpore los nuevos progresos de la ciencia y las cuestiones actuales respecto a las sensibilidad cultural”. De esta manera se puede “profundizar tanto en la identidad femenina como en la masculina, huyendo de las reflexiones tantas veces parciales e ideológicas.

“Ante las corrientes culturales y políticas que buscan eliminar, o al menos ofuscar y confundir, las diferencias sexuales inscritas en la naturaleza humana considerándolas una construcción cultural, es necesario volver al diseño de Dios que ha creado al ser humano varón y mujer con una unidad y al mismo tiempo con una diferencia originaria y complementaria”.

La dimensión femenina y masculina, ha añadido el Pontífice “se corresponden y se complementan”. Rememorando una intervención suya durante el viaje apostólico a Brasil, el pasado mes de mayo, el Papa ha criticado la persistencia de “una mentalidad machista”, que ignora la novedad del cristianismo “el cual reconoce y proclama la igual dignidad y responsabilidad de la mujer respecto al hombre”.

Benedicto XVI ha aludido a los múltiples casos donde “la mujer viene discriminada o subvalorada simplemente por el hecho de ser mujer”. El Papa ha pedido un mayor compromiso de los cristianos para que dondequiera que estén “se conviertan en promotores de una cultura que reconozca a la mujer en el derecho y en la realidad de los hechos la dignidad que le corresponde”.







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