El Papa manifiesta su adhesión a la Campaña de fraternidad de la Iglesia de Brasil
y espera que la sociedad civil se solidarice con el rechazo de todas las formas contrarias
a las exigencias éticas de justicia, y de respeto por la vida humana desde su inicio
hasta su fin natural
Miércoles, 6 (RV).- Al iniciar el itinerario espiritual de Cuaresma hacia la Pascua
de Resurrección del Señor, el Papa desea una vez más manifestar su “adhesión a la
Campaña de fraternidad” que este año 2008 lleva por tema “Fraternidad y defensa de
la vida” y cuyo el lema es: “Escoge, pues, la vida”. Así lo expresa el Santo Padre
en su mensaje en el que señala que éste es “un tiempo de conversión para todos los
cristianos en el sentido de buscar una fidelidad aún mayor al Dios Creador y dador
de vida”.
“Mi venerable predecesor el Papa Juan Pablo II en la encíclica
Evangelium Vitae, -señala Benedicto XVI- evidenció la mentalidad individualista y
hedonista que, con una visión distorsionada de la ciencia es causa de innumerables
violaciones de la vida, en particular del aborto y de la eutanasia. Ciertamente todas
las amenazas contra la vida deben ser combatidas”. El Concilio Vaticano II, al condenar
cuanto se opone a la vida o viola la integridad de la persona humana y su dignidad,
recordaba que todo ello “deshonra más a los que así proceden, que a los que padecen
injustamente” estas actitudes, pues ofenden gravemente la obra del Creador”.
Recordando
el discurso inaugural de la V Conferencia General del Episcopado latinoamericano el
Papa afirma que “los caminos que trazan una cultura sin Dios y sin sus mandamientos,
o contra Dios, terminan siendo una cultura contra el ser humano y contra el bien común”.
El documento final de Aparecida nos muestra que el encuentro con Cristo es el punto
de partida para la negación de estos caminos de muerte y escuela de vida; pero es
también el punto de donde partimos para reconocer plenamente la sacralidad de la vida
y la dignidad de la persona humana.
El Santo Padre termina renovando la esperanza
para que las distintas instancias de la sociedad civil brasileña se solidaricen con
esta Campaña de Fraternidad que rechaza todas las formas contrarias a las exigencias
éticas de justicia, y de respeto por la vida humana desde su inicio hasta su fin natural.