Ángelus: Benedicto XVI lanza varios llamamientos por la reconciliación y la paz en
Colombia, Kenia e Irak, para que se pongan fin a los secuestros y a la violencia en
estas zonas del mundo
Domingo, 3 feb (RV).- En la mañana de hoy, y ante cientos de peregrinos congregados
en la plaza de San Pedro del Vaticano con motivo del tradicional rezo mariano del
Ángelus, Benedicto ha realizado –fiel a su preocupación por cuanto acontece en el
mundo- una serie de llamamientos por la paz, en particular en Colombia, Kenia e Irak.
A la nación colombiana el Papa ha pedido el fin de los secuestros. “No dejo de elevar
fervientes súplicas a Dios por Colombia, donde, desde hace tiempo, muchos hijos e
hijas de ese amado País padecen la extorsión, el secuestro y la pérdida violenta de
sus seres queridos. Pido al Señor que se acabe definitivamente con ese sufrimiento
inhumano y se encuentren caminos de reconciliación, respeto mutuo y concordia sincera,
restaurándose así la fraternidad y la solidaridad, que son las bases sólidas para
lograr el justo progreso y construir una paz estable”.
Además de esta reflexión,
el Santo Padre, pensando en Kenia -país escenario de cruentas violencias-, ha llamado
a la reconciliación en la nación, con estas palabras: “Os invito a uniros a los hermanos
y hermanas de Kenia –algunos de los cuales se encuentran presentes en la plaza de
San Pedro- en la oración para la reconciliación, la justicia y la paz en su país.
Asegurando a todos mi cercanía, deseo que los esfuerzos de mediación, actualmente
en curso, puedan tener éxito y conducir, gracias a la buena voluntad y a la colaboración
de todos, hacia una rápida solución del conflicto, que ya ha provocado demasiadas
víctimas”.
Por último el Pontífice ha dirigido unas palabras de aliento a la
tierra de Irak tras las tristes noticias de atentados sangrientos de estos días: “La
maldad, con su carga de dolor, parece no conocer límites en Irak, como nos lo demuestran
las tristes noticias de estos días. Elevo de nuevo mi voz en favor de esa población
tan duramente probada y para ella invoco la paz de Dios”.
Iniciando su alocución
previa al rezo mariano del Ángelus, Benedicto XVI ha recordado la celebración de ayer,
de la Jornada de la Vida Consagrada, y en este sentido, el Pontífice ha invitado a
rezar por cuantos Cristo llama para que le sigan más de cerca con una consagración
especial: “Que la Virgen Santa conceda muchas y santas vocaciones a la vida consagrada,
que constituyen una riqueza inestimable para la Iglesia y para el mundo”.
Precisamente
el Papa ha recordado que otra intención de oración nos la ofrece la Jornada por la
vida que hoy se celebra en Italia bajo el tema “Servir a la vida”. En este sentido
ha señalado que “cada uno, según las propias posibilidades, profesionalidad y competencias,
se sienta siempre empujado a amar y servir la vida, desde su inicio a su ocaso natural”.
Benedicto XVI ha proseguido señalando que “de hecho, es compromiso de todos acoger
la vida humana como don que hay que respetar, tutelar y promover, todavía más cuando
ésta es frágil y necesita una atención y cuidado especial, tanto antes del nacimiento
como en su fase Terminal”.
Tras animar a cuantos trabajan por los ancianos
y discapacitados, Benedicto XVI ha pedido una vez más en el Ángelus de hoy, la oración,
para que la Cuaresma –que inicia este miércoles con el Rito de las Cenizas-, “sea
un tiempo de auténtica conversión para todos los cristianos, llamados siempre a dar
testimonio auténtico y valiente de la propia fe”.
El Santo Padre ha finalizado
su alocución previa al rezo mariano del Ángelus, recordando que desde ayer, y hasta
el 11 de febrero, memoria de la Beata Virgen de Lourdes y 150 aniversario de las Apariciones,
es posible recibir la indulgencia plenaria, aplicable a los difuntos a las condiciones
de siempre –Confesión, Comunión, y oración según la intención del Papa-, y permaneciendo
en oración ante una imagen bendita de la Virgen de Lourdes expuesta para la veneración
pública. Para los ancianos y los enfermos, esto será posible mediante el deseo de
corazón.
Y como es tradicional, tras el rezo mariano del Ángelus y el responso
por los fieles difuntos, el Papa ha dirigido unas palabras a todos los presentes.
Tras los llamamientos por la paz a la nación colombiana, iraquí y keniata, el Pontífice
ha recordado que los países asiáticos celebrarán estos días su fin de año lunar, a
ellos Benedicto XVI les ha deseado “todo bien y prosperidad”, con su auspicio de que
sepan “conservar y valorar estas hermosas y fructíferas tradiciones de vida familiar,
para el beneficio de sus respectivas naciones y de los países en los que se encuentran
actualmente viviendo”.
Otro saludo especial el Papa lo ha dirigido a la Diócesis
de Roma, que hoy inicia la “Semana diocesana de la vida y la familia”. Benedicto XVI
ha animado a todos los padres a cumplir su misión educativa: “Haced experimentar a
vuestros hijos, desde la más tierna edad, esa cercanía que testimonia el amor, donaos
vosotros mismos, para que a su vez se abran a los demás y al mundo con serenidad y
generosidad. Que la confianza en Dios sea el alma de la educación, ‘¡que da esperanza
en nuestro futuro!’”.
Al finalizar estos mensajes, el Papa, como es tradicional
ha saludado en varios idiomas a todos los presentes, éstas han sido sus palabras en
español: “Saludo cordialmente
a los peregrinos de lengua española que participan en esta oración mariana, en particular
a los Profesores y alumnos del Colegio Diocesano “San Antón” de Badajoz. Próximo ya
el Miércoles de Ceniza, con el cual comienza la Cuaresma, la proclamación de las bienaventuranzas,
que hoy hemos escuchado, nos invita a convertirnos a Cristo, ilumina nuestra vida
y nos alienta a buscar la auténtica felicidad, por encima de la riqueza o el poder,
en el amor a Dios y a todos los hombres. ¡Muchas gracias!”.