La comunidad universitaria espera con interés a Benedicto XVI que el jueves visitará
la Universidad “La Sapienza” de Roma, donde inaugurará el Año Académico
Martes, 15 ene (RV).- Benedicto XVI visitará el próximo jueves la Universidad La Sapienza
de Roma. A su llegada, prevista para las 11 de la mañana, el Santo Padre será acogido
por el Rector Magnífico y por el Cardenal Vicario. El primer momento de esta visita
pontificia se desarrollará en el Aula Magna, donde, después de la ejecución del himno
Tu es Petrus, recibirá el saludo del mismo Rector de este ateneo y de un universitario.
Luego,
después de pronunciar un discurso, el Papa irá a la capilla Universitaria, que este
año celebra el 60 aniversario de su fundación y que está encomendada a los padres
de la Compañía de Jesús. Esta capilla fue erigida por voluntad del Papa Pío XII y
está dedicada a la Divina Sapiencia. Se inspira en la pedagogía y en los ejercicios
espirituales de San Ignacio de Loyola. Propone a los alumnos una formación, la valoración
y el desarrollo de los talentos personales, e impulsa la creatividad cotidiana y la
elección de los valores fundamentales de la existencia. Esta segunda parte de la visita
del Santo Padre, comenzará con un momento de Adoración del Santísimo Sacramento.
La
visita del Papa a la Universidad romana La Sapienza estará precedida por la inauguración
del presente año académico y coincide asimismo con sus 705 años de vida. La ceremonia
está dedicada al compromiso en favor de la abolición de la pena de muerte.
La
comunidad universitaria atiende con interés el encuentro con el Pontífice, pero en
estos últimos días no han faltado algunas protestas e iniciativas polémicas de tipo
censorio contra el Papa. “Benedicto XVI no debe hablar en la Universidad de La Sapienza”.
Este es el “tolerable llamamiento” firmado por 67 profesores del Ateneo romano, que
por cierto fue fundado por un Papa: Bonifacio VIII, en 1303. Los firmantes han escrito
al rector de La Sapienza definiendo “desconcertante” la invitación al Santo Padre.
Mientras tanto grupos de estudiantes han anunciado manifestaciones en la ciudad universitaria
cuando llegue el jueves el Pontífice. En este clima de contestación que precede la
visita papal, nuestra emisora ha entrevistado al profesor de genética médica de La
Sapienza, Bruno Dellapiccola.
“Debo decir que ésta es una reacción vergonzosa
que seguramente no honra a una universidad grande e importante como La Sapienza, de
la cual formo parte. Una Universidad que hace unos años p.e. invitó al grupo de los
Raelianos que querían hacer la clonación del hombre. Una Universidad que siempre ha
estado abierta a los políticos de cualquier tendencia e incluso ha abierto sus puertas
a actores, que han sentado cátedra por su popularidad. ¿No se avergüenzan los que
firman manifiestos de este tipo que con ello impiden hablar a una persona que goza
de respeto a nivel mundial? Es necesario tener respeto por las personas que pueden
tener pensamientos distintos, incluso que no puedan ser compartidos. Pero que en todo
caso un ateneo grande como la Universidad ha de mostrar hospitalidad a todos, especialmente
cuando tenemos la suerte de ser visitados por figuras sobresalientes que vienen a
nuestra universidad".
¿No le sorprende que un Papa, que precisamente del
diálogo entre fe y cultura ha hecho un baluarte distintivo de su Pontificado, venga
después contestado incluso por los docentes, que de hecho son sus ex-colegas?
“Pienso
que el único motivo que hay es que algunos tienen miedo de oír lo que el Papa quiere
decir. Yo creo que temen que el Papa transmita un mensaje importante y fuerte. Pero
estoy seguro que las puertas de la Universidad estarán abiertas al Papa porque de
otro modo sería verdaderamente el fin para histórica La Sapienza de Roma”.
Por
otra parte, quienes quieren impedir que el Papa hable, obviamente aún no han leído
su discurso. Es decir, existe un prejuicio de base contra el Pontífice.
“¡Exactamente!
Hay un prejuicio a priori: hay quienes tienen miedo de la Iglesia. Hoy en día, la
Iglesia tiene cada vez más personas que la escuchan y por tanto probablemente algunos
que piensan diversamente tienen miedo de dar demasiado espacio y visibilidad a una
Iglesia que, por otra parte, no tiene necesidad de “mostrarse” viniendo a La Sapienza.
Pienso, en cambio, que es una oportunidad extraordinaria recibir a una persona de
gran cultura, de gran valor, de una gran referencia ética como es el Papa”.
¿A
pesar del clima poco sereno, usted profesor, cuál cree que van a ser los frutos de
esta visita del Pontífice a la Universidad de Roma?
“Yo pienso que un
hombre, que no es solamente un hombre de referencia para la Iglesia, sino una gran
personalidad del mundo de la filosofía, de la cultura, puede aportar y dar una gran
contribución al debate sobre todos aquellos problemas que en este momento están gravando
nuestra humanidad y por lo tanto pienso que su palabra pueda ser tema de reflexión.
Temo que el veto que ha recibido ha sido impuesto por miedo y probablemente para simbolizar
alguna cosa contra la Iglesia. Pienso que la vista del Papa sea, en cambio, una oportunidad
extraordinaria para reflexionar y para hacernos pensar a todos”.