Sábado, 12 ene (RV).- En su reflexión semanal sobre la actualidad, el director de
la Oficina de prensa de la Santa Sede y de nuestra emisora, el padre Federico Lombardi
ha querido centrar hoy su editorial Octava Dies sobre el tema de la “Diplomacia y
la esperanza” hablando del discurso del Santo Padre al Cuerpo diplomático
“La
Iglesia está profundamente convencida de que la humanidad constituye una familia”.
En la apertura de su gran discurso al Cuerpo Diplomático, el pasado 7 de enero, Benedicto
XVI retoma el tema del Mensaje para la reciente Jornada de la Paz, poniendo en relación
sus dos intervenciones al pasar revista a los problemas de los distintos continentes.
El Papa subraya que la comunidad internacional tiene hoy delante de sí la tarea fundamental
de dar una respuesta a los deseos de paz y de justicia en el mundo. Para un desarrollo
justo y sostenible, es necesario un clima de paz, de seguridad y de estabilidad. Pero
es necesario también trabajar sobre el fundamento sólido de lo que es permanente y
esencial en la persona humana, su grandeza y su dignidad. Grande puede ser por lo
tanto el papel de las instituciones internacionales como las Naciones Unidas, si continúan
a comprometerse para poner en acción la Declaración universal de los Derechos del
Hombre.
El padre Lombardi siguiendo el hilo del discurso del Papa a los embajadores
insiste también en otros temas de carácter universal.
“Y ahora, después del
voto sobre la moratoria para la pena de muerte, sería bueno discutir a nivel internacional
sobre la defensa de la vida y su carácter sacro, reconocer la importancia de la familia
y la necesidad de la libertad religiosa. Asegurando la participación de la Iglesia
al esfuerzo común, el Papa concluye con palabras de alta inspiración para los que
operan en el mundo internacional y en las relaciones entre los pueblos: ‘La diplomacia
es, en cierto modo, el arte de la esperanza. La diplomacia vive de la esperanza e
intenta discernir incluso los signos más tenues. La diplomacia debe dar esperanza’.
En su encíclica Benedicto XVI nos ha invitado a todos a la esperanza: también la diplomacia
y la política encuentran en esta perspectiva su significado más noble y alto”.