Primeras declaraciones de los cardenales de Valencia y Barcelona
Domingo, 25 nov (RV).- Ayer por la tarde, en el Palacio Apostólico y en el Aula Nervi
del Vaticano, los nuevos purpurados recibieron las muestras de afecto de familiares,
amigos y feligreses de sus diócesis que han llegado a Roma para el consistorio y que
fueron a felicitarles en las tradicionales visitas de cortesía. El cardenal de Valencia,
Agustín García-Gascó valoró su investidura como purpurado y aseguró que va "afrontar
lo que significa la ola de laicismo radical en nuestra tierra". El cardenal dijo que
entre sus primeras labores está prevista una misa para los sacerdotes valencianos
y una reunión donde poder "cambiar impresiones de lo que significa para Valencia y
para la Iglesia este regalo" que les ha hecho el Papa.
En el aula Nervi
del Vaticano también se encontraba el nuevo cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís
Martínez Sistach, que reiteró su satisfacción pocas horas después de que Benedicto
XVI le impusiera el birrete cardenalicio. Sin embargo, sus primeras declaraciones
como cardenal las había hecho antes en una conferencia de prensa tras el consistorio.
Ayer por la
noche la vicepresidenta del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, que
ha presidido la delegación oficial española presente en este segundo consistorio de
Benedicto XVI, ofreció en la embajada de España ante la Santa Sede una cena en honor
de los tres nuevos cardenales. En sus palabras durante el brindis la vicepresidenta
del gobierno expresó la "alegría" del Ejecutivo por el nombramiento de tres nuevos
purpurados españoles y resaltó el "respeto y libertad" en las relaciones entre la
Iglesia y el Estado. Fernández de la Vega subrayó también el "aprecio de España y
su gobierno" al papa Benedicto XVI.
En nombre de los tres cardenales, habló
el arzobispo de Valencia Agustín García Gasco que dijo que "Europa y España no tienen
futuro si los hombres y mujeres de nuestra sociedad cerramos el corazón a Dios" y
que "si no escuchamos su palabra perderemos la esperanza y la ilusión para construir
un futuro de libertad y justicia para todos". En su discurso, el cardenal añadió que
el Evangelio es el "gran baluarte para defender la dignidad del ser humano frente
a las violencias y las injusticias del mundo". Agustín García-Gascó abogó por la paz,
la concordia, la justicia y la libertad.
Concluida la ceremonia del consistorio
de ayer, la número dos del ejecutivo español se en el Vaticano durante cuarenta minutos
con el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone. La vicepresidenta estuvo acompañada
por el embajador de España ante la Santa, Francisco Vázquez. Este ha sido el primer
encuentro entre María Teresa Fernández de la Vega y el Secretario de Estado.