El Papa exhorta a los católicos de Kenia a ayudar a las mujeres que viven la dificultad
de aceptar a un hijo y acoger a quienes se han arrepentido de haber cometido el grave
pecado del aborto
Lunes, 19 nov (RV).- Benedicto XVI alienta a los obispos de Kenia a predicar el Evangelio
de la Vida, impulsando la unidad y comunión de su rebaño. «La Iglesia es una en todo
el mundo y al mismo tiempo se caracteriza por una rica diversidad de tradiciones y
expresiones culturales». En su discurso a los obispos de Kenia, que han finalizado
hoy su visita ad limina apostolorum, Benedicto XVI ha hecho hincapié en la responsabilidad
de los pastores de impulsar la unidad y comunión de su rebaño. Unidad en la fe, compartiendo
el Bautismo y creyendo en un solo Señor, Jesucristo.
Reiterando que, precisamente,
su «esmero en trabajar juntos, ante los desafíos eclesiales y las preocupaciones sociales,
brindará grandes frutos para la vida de la Iglesia en Kenia y para la eficacia de
su ministerio episcopal», el Papa ha puesto de relieve que, en el contexto de la unidad,
los pueblos de África dedican una gran importancia a «la institución del matrimonio
y de la vida familiar». Concretamente en Kenia, los matrimonios cristianos, son una
bendición: «Este precioso tesoro debe ser salvaguardado a toda costa. Demasiado a
menudo los trastornos que aquejan algunas partes de la sociedad africana – como la
promiscuidad, la poligamia y la propagación de enfermedades que se transmiten sexualmente
– se pueden relacionar directamente con las nociones desordenadas de la unión y de
la vida de familia. Por ello, es importante asistir a los padres en la educación de
sus hijos en lo que se refiere a la visión cristiana del matrimonio, como unión indisoluble
entre un hombre y una mujer, esencialmente iguales en su dignidad humana y abiertos
a la generación de la vida».
Al tiempo que esta concepción de la vida de la
familia cristiana encuentra en África una gran resonancia, Benedicto XVI ha señalado
que «es motivo de profunda preocupación ante la influencia creciente de la cultura
secular globalizada, que se está difundiendo cada vez más, en las comunidades locales
como resultado de las campañas de agencias que promueven el aborto»: «Esta destrucción
directa de una vida humana inocente nunca puede ser justificada, por difíciles que
sean las circunstancias que llevan a alguien a considerar el tomar una medida tan
grave. Cuando vosotros predicáis el Evangelio de la Vida, recordad a vuestro pueblo
que el derecho a vivir de toda existencia humana inocente – de los nacidos y de los
no nacidos – es absoluto y le corresponde por igual a toda persona sin excepción alguna.
Esta igualdad es la base de toda auténtica relación social, que podrá ser verdadera
sólo si se funda en la verdad y en la justicia (Evangelium Vitae, 57).
En este
mismo tema de la vida, Benedicto XVI ha recordado con firmeza las responsabilidades
de los católicos en ayudar a las mujeres en dificultad y de acoger con caridad a los
que sufren el arrepentimiento de haber cometido el grave pecado del aborto: «La comunidad
católica debe ofrecer la ayuda necesaria a aquellas mujeres que se puedan encontrar
en la dificultad de aceptar a un hijo, sobre todo cuando reciben el rechazo de sus
familias y amigos. Al mismo tiempo, la comunidad católica debe estar abierta para
acoger el regreso de todos aquellos que se sienten arrepentidos por haber cometido
el grave pecado del aborto, acompañándolos y guiándolos con caridad pastoral para
que acepten la gracia del perdón, la necesidad de la penitencia y la alegría de volver
nuevamente a la vida nueva de Cristo»
El Papa ha destacado también la importante
acción de la Iglesia en Kenia en la educación de los jóvenes, afianzada en principios
éticos sanos y abiertos al diálogo pacífico, en el respeto de todos los grupos sociales
y religiosos. En un momento en el que se va afianzado cada vez más una mentalidad
que impulsa el secularismo y el relativismo, gracias a la globalización también de
los medios de comunicación, ésta es la exhortación de Benedicto XVI a los obispos
de Kenia: «Es más importante que nunca que prosigáis en la promoción de la calidad
y de la identidad católica de vuestras escuelas, universidades y seminarios. Cumplid
los pasos necesarios para afirmar y clarificar sus propios estatus institucionales.
La sociedad obtiene grandes beneficios de aquellos católicos que han recibido la debida
formación para conocer y poner en práctica la doctrina social de la Iglesia. En la
actualidad hay una necesidad particular de profesionales y de personas altamente cualificadas
en los campos de la medicina, donde los avances en la tecnología siguen planteando
serios interrogativos morales. Así como también en el campo del diálogo ecuménico
e interreligioso se presentan mayores desafíos, que se pueden afrontar sólo con un
adecuado conocimiento de los principios de la doctrina católica, según lo que se expone
en el Catecismo de la Iglesia Católica».
Evocando la Exhortación Apostólica
Posinodal de Juan Pablo II, Ecclesia in Africa - sobre la Iglesia en el continente
africano y su Misión Evangelizadora - Benedicto XVI ha destacado la importancia de
la colegialidad de los Obispos, ministros y manifestación de la comunión en Cristo.
Colegialidad que se origina con los doce Apóstoles, llamados por el Señor
a proclamar el Evangelio y a hacer discípulos de todas las naciones. «Quien los escucha
a ellos, escucha a Cristo», ha insistido el Santo Padre, exhortando a los obispos
de Kenia a continuar su fraternal cooperación, los unos con los otros, en el espíritu
de la comunidad de los discípulos de Cristo, «unidos en vuestro amor a Él y en el
Evangelio que proclamáis».