2007-11-19 16:44:16

El Papa exhorta a los católicos de Kenia a ayudar a las mujeres que viven la dificultad de aceptar a un hijo y acoger a quienes se han arrepentido de haber cometido el grave pecado del aborto


Lunes, 19 nov (RV).- Benedicto XVI alienta a los obispos de Kenia a predicar el Evangelio de la Vida, impulsando la unidad y comunión de su rebaño. «La Iglesia es una en todo el mundo y al mismo tiempo se caracteriza por una rica diversidad de tradiciones y expresiones culturales». En su discurso a los obispos de Kenia, que han finalizado hoy su visita ad limina apostolorum, Benedicto XVI ha hecho hincapié en la responsabilidad de los pastores de impulsar la unidad y comunión de su rebaño. Unidad en la fe, compartiendo el Bautismo y creyendo en un solo Señor, Jesucristo.

Reiterando que, precisamente, su «esmero en trabajar juntos, ante los desafíos eclesiales y las preocupaciones sociales, brindará grandes frutos para la vida de la Iglesia en Kenia y para la eficacia de su ministerio episcopal», el Papa ha puesto de relieve que, en el contexto de la unidad, los pueblos de África dedican una gran importancia a «la institución del matrimonio y de la vida familiar». Concretamente en Kenia, los matrimonios cristianos, son una bendición: «Este precioso tesoro debe ser salvaguardado a toda costa. Demasiado a menudo los trastornos que aquejan algunas partes de la sociedad africana – como la promiscuidad, la poligamia y la propagación de enfermedades que se transmiten sexualmente – se pueden relacionar directamente con las nociones desordenadas de la unión y de la vida de familia. Por ello, es importante asistir a los padres en la educación de sus hijos en lo que se refiere a la visión cristiana del matrimonio, como unión indisoluble entre un hombre y una mujer, esencialmente iguales en su dignidad humana y abiertos a la generación de la vida».

Al tiempo que esta concepción de la vida de la familia cristiana encuentra en África una gran resonancia, Benedicto XVI ha señalado que «es motivo de profunda preocupación ante la influencia creciente de la cultura secular globalizada, que se está difundiendo cada vez más, en las comunidades locales como resultado de las campañas de agencias que promueven el aborto»: «Esta destrucción directa de una vida humana inocente nunca puede ser justificada, por difíciles que sean las circunstancias que llevan a alguien a considerar el tomar una medida tan grave. Cuando vosotros predicáis el Evangelio de la Vida, recordad a vuestro pueblo que el derecho a vivir de toda existencia humana inocente – de los nacidos y de los no nacidos – es absoluto y le corresponde por igual a toda persona sin excepción alguna. Esta igualdad es la base de toda auténtica relación social, que podrá ser verdadera sólo si se funda en la verdad y en la justicia (Evangelium Vitae, 57).

En este mismo tema de la vida, Benedicto XVI ha recordado con firmeza las responsabilidades de los católicos en ayudar a las mujeres en dificultad y de acoger con caridad a los que sufren el arrepentimiento de haber cometido el grave pecado del aborto: «La comunidad católica debe ofrecer la ayuda necesaria a aquellas mujeres que se puedan encontrar en la dificultad de aceptar a un hijo, sobre todo cuando reciben el rechazo de sus familias y amigos. Al mismo tiempo, la comunidad católica debe estar abierta para acoger el regreso de todos aquellos que se sienten arrepentidos por haber cometido el grave pecado del aborto, acompañándolos y guiándolos con caridad pastoral para que acepten la gracia del perdón, la necesidad de la penitencia y la alegría de volver nuevamente a la vida nueva de Cristo»

El Papa ha destacado también la importante acción de la Iglesia en Kenia en la educación de los jóvenes, afianzada en principios éticos sanos y abiertos al diálogo pacífico, en el respeto de todos los grupos sociales y religiosos. En un momento en el que se va afianzado cada vez más una mentalidad que impulsa el secularismo y el relativismo, gracias a la globalización también de los medios de comunicación, ésta es la exhortación de Benedicto XVI a los obispos de Kenia: «Es más importante que nunca que prosigáis en la promoción de la calidad y de la identidad católica de vuestras escuelas, universidades y seminarios. Cumplid los pasos necesarios para afirmar y clarificar sus propios estatus institucionales. La sociedad obtiene grandes beneficios de aquellos católicos que han recibido la debida formación para conocer y poner en práctica la doctrina social de la Iglesia. En la actualidad hay una necesidad particular de profesionales y de personas altamente cualificadas en los campos de la medicina, donde los avances en la tecnología siguen planteando serios interrogativos morales. Así como también en el campo del diálogo ecuménico e interreligioso se presentan mayores desafíos, que se pueden afrontar sólo con un adecuado conocimiento de los principios de la doctrina católica, según lo que se expone en el Catecismo de la Iglesia Católica».

Evocando la Exhortación Apostólica Posinodal de Juan Pablo II, Ecclesia in Africa - sobre la Iglesia en el continente africano y su Misión Evangelizadora - Benedicto XVI ha destacado la importancia de la colegialidad de los Obispos, ministros y manifestación de la comunión en Cristo.

Colegialidad que se origina con los doce Apóstoles, llamados por el Señor a proclamar el Evangelio y a hacer discípulos de todas las naciones. «Quien los escucha a ellos, escucha a Cristo», ha insistido el Santo Padre, exhortando a los obispos de Kenia a continuar su fraternal cooperación, los unos con los otros, en el espíritu de la comunidad de los discípulos de Cristo, «unidos en vuestro amor a Él y en el Evangelio que proclamáis».







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