2007-11-18 15:16:01

Ángelus: Llamamiento a la solidaridad internacional para Bangladesh y el Papa recuerda que no hay que tener miedo ante el futuro porque el verdadero antídoto contra la mentalidad nihilista es la fe que trabaja en la caridad


Domingo, 18 nov (RV).- Ante miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Santo Padre Benedicto XVI, fiel a su preocupación por los acontecimientos de actualidad en el mundo, ha hecho un llamamiento durante el Ángelus de hoy a la solidaridad para con las zonas del sur de Bangladesh afectadas por un devastador ciclón que ha causado numerosas víctimas y graves destrucciones.

“Hago un llamamiento –ha dicho- a la solidaridad internacional, que ya se ha empezado a movilizar para hacer frente a las necesidades inmediatas. Animo a poner en marcha todo esfuerzo posible para socorrer a estos hermanos tan duramente probados”.

Asimismo el Papa ha recordado la apertura hoy en Jordania de la octava Asamblea de los Estados que han firmado la Convención sobre la prohibición, empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersona y su destrucción. A esta convención pertenece la Santa Sede que se encuentra entre los principales promotores. “Por lo tanto –ha precisado el Pontífice- expreso de corazón, mi deseo y mi ánimo para el buen éxito de la conferencia, para que estos artefactos, que siguen sembrando víctimas, entre las cuales muchos niños, se eliminen finalmente”.

La página evangélica de hoy de san Lucas, tiene mucho que ver con estos temas de actualidad, ya que se trata de una reflexión bíblica de la historia a través de las palabras de Jesús que invita a los discípulos a no tener miedo y a afrontar las dificultades, incomprensiones e incluso las persecuciones con confianza, perseverando en la fe en Él. “Cuando oigáis hablar de guerras y de revoluciones –dice el Señor- no os aterréis. Porque, tienen que pasar primero estas cosas, pero el fin no es inmediato” (Lc 21,9).

“En realidad –ha recordado Benedicto XVI- la historia tiene que seguir su camino que conlleva dramas humanos y calamidades naturales. En ella se desarrolla un diseño de salvación que Cristo ya ha cumplido con su encarnación, muerte y resurrección. La Iglesia continúa su anuncio y actuación de este misterio a través de la predicación –ha proseguido explicando el Obispo de Roma- con la celebración de los sacramentos y el testimonio de la caridad”.

“Queridos hermanos y hermanas, acojamos la invitación de Cristo a afrontar los eventos cotidianos confiando en su amor providencial. No temamos al futuro, –ha proseguido diciendo el Papa- incluso si éste a veces nos parece nublado, porque el Dios de Jesucristo, que ha asumido la historia para abrirla a su cumplimiento trascendente, es el alfa y el omega, el principio y el fin (cfr Ap 1,8). Él nos garantiza que en cada pequeño y genuino acto de amor está el sentido del universo, y que quien no duda en perder la propia vida por Él, encuentra la plenitud” (cfr Mt 16,25).

En este sentido, Benedicto XVI ha recordado que quienes mantienen viva esta perspectiva son las personas de vida consagrada, “que han puesto sin reservas su vida al servicio del Reino de Dios”. Y de todas estas personas el Papa ha evocado en particular a las llamadas a la contemplación en los monasterios de clausura, a quienes precisamente está dedicada la jornada del próximo 21 de noviembre, memoria de la presentación al Templo de la Beata Virgen María. “La fe que trabaja en la caridad es el verdadero antídoto contra la mentalidad nihilista que en nuestra época extiende su flujo cada vez más por el mundo”, ha recordado el Santo Padre.

Y como es habitual, tras el rezo mariano del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, Benedicto XVI ha saludado en varias lenguas a todos los presentes. En italiano, ha recordado la beatificación hoy en la localidad de Novara del Siervo de Dios Antonio Rosmini, dedicado a lo que él llamaba la “caridad intelectual”, es decir la reconciliación de la razón con la fe. “Que su ejemplo –ha señalado el Papa- ayude a la Iglesia a crecer en la certeza de que la luz de la razón humana y de la Gracia, cuando caminan juntas, se transforman en manantial de bendiciones para la persona humana y para la sociedad”.

Y en francés, el Santo Padre ha asegurado su oración por todas las personas fallecidas en accidentes de carretera y por sus familias, recordando la celebración hoy del Día Mundial de las víctimas de tráfico. “La prudencia en la carretera –ha matizado- es un deber de caridad de unos
hacia otros, hay que redoblar los esfuerzos para ser prudente, con el fin de proteger nuestra vida y la de los demás"

Y en español, éstas han sido las palabras que el Papa ha dirigido a todos los presentes: RealAudioMP3 “Saludo a los peregrinos de lengua española que han participado en esta oración mariana. Invito a todos a imitar a María en su disponibilidad para acoger la palabra y la voluntad del Señor, siendo así templos vivos de su presencia entre los hombres y testigos de su amor. ¡Feliz domingo!”.







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