2007-11-09 15:53:26

Llamamiento de la Santa Sede para la tutela de los derechos de los migrantes y refugiados, a menudo discriminados y explotados, sobre todo si son menores de edad o mujeres


Viernes, 9 nov (RV).- El arzobispo Mons. Celestino Migliore intervino ayer en la sesión de Naciones Unidas para tratar el informe del Alto Comisionado para los Refugiados y expresó su aprecio por todos los esfuerzos que ha realizado este organismo de la ONU para asistir a casi 33 millones de personas durante este año. No obstante el observador permanente de la Santa Sede constató también con amargura que a menudo el estatus de los refugiados no está bien definido.

En este sentido el arzobispo Migliore subrayó la necesidad de garantizar instrumentos legales que protejan a cuantos dejan su propia tierra a causa de la guerra, la pobreza o los desastres naturales. “En cualquier caso –continuó el prelado- se debe preservar la dignidad humana de estas personas, ya sean refugiados o migrantes sin papeles.

En concreto el observador Vaticano mencionó las situaciones particularmente dolorosas en las que viven los que se han visto obligados a huir tras los conflictos en la República Democrática del Congo, en Chad, en Darfur, en Afganistán y en Oriente Medio. Además Mons. Migliore dedicó un pensamiento especial a los refugiados y desplazados de Irak, “víctimas de ataques indiscriminados por parte de una violencia sectaria basada en convicciones religiosas y políticas y pertenencia a específicos grupos sociales”.

En este contexto el prelado recordó los llamamientos de Benedicto XVI, de la Santa Sede y de muchas instituciones católicas, para un mayor compromiso por parte de la comunidad internacional, y para que se tomen con urgencia medidas que garanticen la protección y asistencia de estas personas, que continúan esperando hasta que cambien las condiciones en su país para poder regresar.








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