2007-11-07 16:22:12

Audiencia general: el Papa invita a leer las Sagradas Escrituras porque la Palabra de Dios es palabra de vida eterna y lo único que "trasciende en el tiempo"


Miércoles, 7 nov (RV).- “Un precioso trabajo para la Iglesia latina y para la cultura occidental”. De esta manera ha definido Benedicto XVI “la Vulgata”, el texto oficial de la Biblia de la Iglesia latina, traducida al latín por san Jerónimo, padre de la Iglesia, sobre cuya figura el Papa ha trazado el perfil hoy en su catequesis de la Audiencia General. El Santo Padre ha invitado a los más de 30 mil peregrinos reunidos en la plaza de san Pedro a “amar la Palabra de Dios”, a leerla individualmente o en comunidad, a asistir a la santa Misa, lugar comunitario por excelencia en la escucha ideal de la Sagrada Escritura.

Jerónimo, hijo de una familia cristiana, nació en Estrigonia, actual Hungría, hacia el año 347. Estudió en Roma, luego partió hacia Oriente siguiendo durante un tiempo una vida de eremita en el desierto, y “donde la meditación, la soledad, y el contacto con la Palabra de Dios -ha dicho el Papa- hicieron madurar en él la sensibilidad cristiana, tras advertir y comprobar vivamente el contraste que había con la mentalidad pagana”.

En el año 382, san Jerónimo volvió a Roma, donde fue consejero del Papa Dámaso. En el 385 emprendió de nuevo una peregrinación, primero, a Tierra Santa (“silencioso testimonio de la vida terrena de Cristo”) y más tarde, viajó a Egipto (“tierra de elección de muchos monjes”). Un año más tarde, en el 386, llegó a Belén donde permanecerá hasta su muerte, el 30 de septiembre del año 420.

Después de haber explicado la vida de san Jerónimo, el Pontífice ha recordado que “ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo”. “Para todo cristiano -ha exhortado el Papa- es importante un diálogo vivo con la Palabra de Dios que debe siempre tener dos dimensiones, la individual y la comunitaria, porque Dios habla a cada uno de nosotros, pero la palabra de Dios -ha añadido- sirve también “para construir la comunidad y para unirnos en el camino del descubrimiento de Dios”. “La palabra de Dios trasciende los tiempos, las opiniones humanas van y pasan: lo que hoy es modernísimo mañana está pasado de moda. La palabra de Dios, en cambio, vale siempre”.

Este ha sido el resumen que de su catequesis ha hecho Benedicto XVI en español, para los peregrinos de nuestra lengua presentes en la Plaza de San Pedro: RealAudioMP3

Queridos hermanos y hermanas:

 
Dedicamos la catequesis de hoy al Padre de la Iglesia San Jerónimo, que tuvo como centro de su vida la Biblia. De familia cristiana, en Roma recibió una esmerada formación. Una vez bautizado se orientó hacia la vida ascética y partió para Oriente, viviendo como eremita en el desierto, donde perfeccionó el griego, estudió el hebreo y transcribió códices y obras patrísticas. De vuelta a Roma, el Papa Dámaso, lo tomó como secretario y consejero.

 
Muerto el Papa, peregrinó a Tierra Santa y Egipto, quedándose en Belén hasta su muerte. Allí desarrolló una intensa actividad: comentó la Palabra de Dios; defendió la fe, oponiéndose con vigor a los herejes; exhortó a los monjes; enseñó la cultura clásica y cristiana a los jóvenes; acogió a los peregrinos. Su gran aportación a la Iglesia latina y a la cultura occidental es la “Vulgata”, traducción latina de la Biblia basada textos precedentes. En su obra “De viris illustribus”, muestra la importancia de más de un centenar de autores cristianos. En su “Epistolario” se da a conocer como hombre culto, asceta y guía de almas.

 
Saludo a los peregrinos de lengua española, especialmente a las Religiosas que participan en un Curso para Formadoras en el Instituto Claretianum; a los sacerdotes de Valencia, así como a los peregrinos de México y de otros países latinoamericanos. Dejémonos guiar por este sabio maestro del espíritu, tratando de aprender en la tierra las verdades que perdurarán en el cielo. ¡Muchas gracias!

Benedicto XVI ha finalizado la Audiencia General dirigiéndoles a los jóvenes a los enfermos y a los recién casados. Queridos jóvenes, proyectad vuestro futuro con fidelidad al Evangelio, dejándoos guiar por las enseñanzas de Jesús. Vosotros, queridos enfermos, ofreced vuestro sufrimiento al Señor, para que gracias también a vuestra participación en sus sufrimientos, pueda Él cumplir su misión salvífica en el mundo. Y a vosotros, queridos recién casados, guiados por una fe viva, buscad formar comunidades familiares animadas por un intenso fervor evangélico.







All the contents on this site are copyrighted ©.