“Cristianos e hindúes: decididos a recorrer un camino de dialogo”
Lunes, 5 nov (RV).- “El mundo que nos rodea desea ardientemente la paz”. Esta es una
de las afirmaciones que se pueden leer en el Mensaje que el Pontificio Consejo para
el diálogo interreligioso ha publicado hoy con motivo de la llegada de la fiesta religiosa
hindú del Diwali, que se celebra el próximo 9 de noviembre. El presidente del mencionado
Pontificio Consejo el cardenal Jean-Louis Tauran “está convencido de que en sus familias,
barrios y comunidades dedicarán tiempo a compartir esta alegría con los demás”.
Y
por primera vez como presidente de este Pontificio Consejo les felicita y “atento
a los sentimientos religiosos y respetando sus antiguas tradiciones religiosas, el
purpurado francés, espera sinceramente que esta búsqueda de lo Divino, simbolizada
por la celebración del Diwali, les ayude a superar las tinieblas con la luz. Lo falso
con lo verdadero. El mal con el bien.
“Las religiones anuncian la paz porque
su origen está en Dios, el cual, para la fe cristiana, es nuestra paz”. Como creyentes
de diversas tradiciones religiosas, se pregunta el cardenal Tauran ¿no debemos trabajar
juntos para recibir el don divino de la paz y difundirlo en torno a nosotros, para
que el mundo se convierta para todos los pueblos en un lugar mejor en el que vivir?
Y pide que las respectivas comunidades trabajen en la educación de los creyentes,
que fácilmente pueden ser llevados a errar por una propaganda falsa y engañosa.
También
en el mensaje, con motivo del Diwali 2007, se afirma que la creencia religiosa y la
libertad van cogidas de la mano. “No se pueden poner restricciones a la religión:
nadie puede ser forzado a creer, ni a nadie que quiera creer se le puede impedir.
A este respecto, el Mensaje alude al Concilio Vaticano II, sobre la libertad religiosa
como recientemente ha recordado también el Santo Padre a los embajadores de la India
y de otros Países acreditados ante al Santa Sede “la paz se fundamenta en el respeto
de la libertad religiosa, que es un aspecto fundamental y primordial de la libertad
de conciencia de los individuos y de la libertad de los pueblos”. Y reitera la importancia
de la formación de los creyentes y advierte manifestando que el enemigo principal
de la vida del creyente es la ignorancia.
En el cuarto apartado, el mensaje
anima a trabajar para construir lazos de amistad, como deben hacerlo todos los que
profesan cada religión. Y a este propósito recuerda el Mensaje de Juan Pablo II a
los participantes en el Encuentro internacional sobre “Mattteo Ricci: por un diálogo
entre China y Occidente”. “La amistad se alimenta de contactos, compartiendo sentimientos
en situaciones alegres y tristes, de solidaridad, de intercambio de ayuda”.
“En
situaciones de incomprensión, señala el Mensaje, es necesario que las personas se
reúnan y se comuniquen entre ellos para esclarecer la situación, en un espíritu de
fraternidad y de amistad, las respectivas creencias, aspiraciones y convicciones”.
Y solamente por medio del diálogo, evitando toda forma de prejuicio y de ideas estereotipadas
sobre los otros y testimoniando fielmente nuestros preceptos y enseñanzas religiosas,
podremos realmente superar los conflictos”.
El mensaje finaliza afirmando que,
“el diálogo entre seguidores de diversas religiones es hoy el camino necesario, y
es verdaderamente el único camino posible para nosotros los creyentes. Colaborando
juntos podemos hacer mucho para construir una sociedad armoniosa y un mundo pacífico”.
“Queridos
amigos hindúes, la mano que os tiendo calurosamente para felicitarme con vosotros
en ocasión de vuestra fiesta es también un gesto de buena voluntad, por parte de la
Iglesia católica, escribe el cardenal Tauran, para encontrarnos y colaborar juntos,
con vuestras familias, con los líderes de vuestras comunidades y con todos los seguidores
del Sanatana dharma, para promover la armonía en la sociedad y la paz en el mundo.