En el encuentro de Benedicto XVI y el presidente de Bosnia-Herzegovina se subraya
la contribución de la comunidad católica para favorecer la convivencia pacífica entre
las distintas etnias y grupos religiosos en el país
Jueves, 25 oct (RV).- Benedicto XVI ha recibido esta mañana al presidente de la Presidencia
de Bosnia-Herzegovina. Un encuentro en el que se ha subrayado la contribución de la
Comunidad católica para favorecer la convivencia pacífica entre las distintas etnias
y grupos religiosos en el país.
En este contexto tuvo lugar la ratificación
del Acuerdo de Base entre la Santa Sede y Bosnia-Herzegovina. El cardenal Bertone
lo califica como «día histórico» en las relaciones entre ambos estados y la mejor
garantía jurídica en un país que acoge en sus fronteras una sociedad multiétnica
y multirreligiosa.
Benedicto XVI ha recibido esta mañana al presidente de
la presidencia colegiada de Bosnia-Herzegovina, Zelijo Komsic, quien además se ha
reunido a continuación con el cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, y
Mons. Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados, con motivo
del intercambio de instrumentos de ratificación del Acuerdo fundamental y del Protocolo
adicional entre la Santa Sede y Bosnia-Herzegovina.
Durante el encuentro,
al que ha asistido también el cardenal Vinko Puljic, arzobispo de Sarajevo, se han
abordado temas relacionados con la puesta en práctica del Acuerdo ratificado hoy,
y de forma particular sobre el compromiso de la Iglesia en los campos de la educación,
actividades sociales y caritativas y la asistencia pastoral a los fieles católicos.
Se ha subrayado además la contribución de la Comunidad católica para favorecer la
convivencia pacífica entre las distintas etnias y grupos religiosos en el país. Además
el presidente de la presidencia de Bosnia-Herzegovina, según ha informado la oficina
de prensa de la Santa Sede, ha invitado a Benedicto XVI a visitar el país.
Después
de este encuentro con el Papa el presidente se ha trasladado a la Sala de los Tratados,
del Palacio Apostólico, donde el Cardenal Bertone y el mismo mandatario han procedido
al solemne acto de intercambio de instrumentos de ratificación del Acuerdo de Base
entre la Santa Sede y Bosnia-Herzegovina, firmado en Sarajevo 19 de de abril de 2006,
y del relativo Protocolo adicional, del 29 de septiembre, también del pasado año.
Ambos
documentos, el Acuerdo y el relativo Protocolo adicional han entrado en vigor a partir
de hoy, que es un «día histórico en las relaciones entre la Santa Sede y Bosnia-Herzegovina»,
ha enfatizado el cardenal Bertone, haciendo hincapié en que este 25 de octubre de
2007, «marca el fin de una etapa y el comienzo de otra, caracterizada - según nuestro
anhelo – por una larga y proficua colaboración».
Refiriéndose a las «disposiciones
de interés común para la vida y la actividad de la comunidad católica en Bosnia-Herzegovina»,
el Cardenal Secretario de Estado de Benedicto XVI ha mencionado en particular, «el
reconocimiento de la personalidad jurídica de la Iglesia católica y de sus entes en
el ámbito de la sociedad civil, de su independencia en el culto y en el apostolado,
de su específica aportación en los campos culturales, educativo, pastoral, militar,
asistencial, caritativo y de los medios de comunicación del país».
Tras poner
de relieve que dicho Acuerdo representa un positivo desarrollo en la consolidación
del estado de derecho y de los principios democráticos, sobre los cuales Bosnia-Herzegovina
quiere fundar su propio porvenir – puesto que la libertad religiosa «es presupuesto
irrenunciable de la actual cultura occidental y condición indispensable para la tutela
de los derechos humanos en toda latitud del planeta», el Card. Bertone ha recordado
también que se trata de «un instrumento jurídico internacional».
Puesto que
«la Santa Sede, es decir el gobierno central de la Iglesia católica, formado por el
Romano Pontífice y por los Organismos de la Curia Romana que lo asisten en su ministerio,
es sujeto de derecho internacional, independientemente del hecho de gozar de la misma
soberanía de cualquier estado sobre el territorio vaticano. La particular organización
institucional de la Iglesia católica requiere, por lo tanto, un trato específico por
parte de los estados, para garantizar de forma específica a sus fieles los derechos
universalmente reconocidos».
«En un estado como Bosnia-Herzegovina, que acoge
en sus fronteras una sociedad multiétnica y multirreligiosa», ha señalado también
el Cardenal Secretario de Estado, este Acuerdo con la Santa Sede «resulta la mejor
garantía jurídica para asegurar el ordenado desarrollo de la vida religiosa, sobre
todo en sus implicaciones públicas».
En este contexto, el cardenal Bertone
ha subrayado que «la recta aplicación de todo lo pactado será en favor del interés
del país, pues, además de ofrecer del mismo una imagen positiva en ámbito internacional,
contribuirá a la superación de los graves problemas heredados del pasado y a la construcción
de un futuro mejor. Un futuro en el que se puedan realizar los anhelos de un país
que, por su historia y geografía, representan un singular cruce de caminos de identidades
diversas, pero que pertenecen con pleno derecho a Europa. Su diversidad, en un mundo
globalizado, como el nuestro, debería ser manantial de riqueza para todos».
Finalmente,
el cardenal Bertone ha sellado su discurso deseando de todo corazón que la actuación
de las disposiciones de «este tratado internacional impulse la pacífica convivencia
y el desarrollo integral de Bosnia-Herzegovina y ayude a la Iglesia católica local
en el cumplimiento de la misión que le encomendó Cristo, en beneficio de toda la población
del país».