2007-10-25 16:43:22

El significado de la beatificación


Jueves, 25 oct (RV).- Este domingo, 28 de octubre, la Iglesia beatifica a 498 mártires españoles del siglo XX. Se trata de personas que dieron su vida por la fe durante las persecuciones religiosas de los años 30 en nuestro país.

Al tratarse de mártires provenientes de casi todas las diócesis españolas, el Vaticano tomó la decisión de que la ceremonia tuviera lugar en la propia Basílica de San Pedro, para gran alegría del episcopado español, que para la ocasión ha realizado un amplio despliegue de medios para que llegue a la mayor cantidad de gente posible, el ejemplo de esos mártires.

Además de las canciones elaboradas aposta para la ocasión, el logotipo de esta cita ha sido creado con una gran carga de significado. El elemento principal es una gran Cruz roja, como no podía ser de otra forma. Una Cruz que expresa el “amor más grande” con que los mártires afrontaron la muerte, uniéndose a Jesucristo. El color simboliza el amor llevado hasta el extremo de la sangre derramada por Cristo. Porque ellos “vencieron en virtud de la sangre del Cordero, y por la palabra del testimonio que dieron, y no amaron tanto su vida que temieran la muerte” (Ap 12,11).

Al lado de la cruz aparece una palma, como símbolo del martirio de los primeros cristianos, de la victoria final alcanzada por la fe que vence al mundo. Y entorno a esos dos elementos, la Cruz y la palma, un círculo diseñado con la escritura: “Beatificación. Mártires de España. Roma 2007. 1934-36-37”. Ese círculo es precisamente la plenitud de la vida a la que Dios nos llama.

Los 498 mártires españoles, pagaron con su sangre la persecución a la Iglesia desatada en España durante los años 30 del siglo XX. En total en España hay, según informes de la Conferencia Episcopal española, 977 beatos mártires de la persecución religiosa, 11 de los cuales ya han sido canonizados. Desde 1987 se han beatificado a 479, a los que se unen los casi quinientos de pasado mañana.

Recientemente el Papa Benedicto XVI expresaba su deseo de “recordar un concepto muy querido por los primeros cristianos, pero que también nos afecta a nosotros, cristianos de hoy: el testimonio hasta el don de sí mismos, hasta el martirio, ha sido considerado siempre en la historia de la Iglesia como la cumbre del nuevo culto espiritual: ‘Ofreced vuestros cuerpos’ (Rm 12,1) el cristiano que ofrece su vida en el martirio entra en plena comunión con la pascua de Jesucristo y así se convierte con Él en eucaristía. Tampoco faltan hoy en la Iglesia mártires en los que se manifiesta de modo supremo el amor de Dios. Sin embargo, aún cuando no se requiera la prueba del martirio, sabemos que el culto agradable a Dios implica también interiormente esta disponibilidad, y se manifiesta en el testimonio alegre y convencido ante el mundo de una vida cristiana coherente allí donde el Señor nos llama a anunciarlo”.

Finalizamos recordándoles una vez más la oración especial que la Conferencia Episcopal española ha elaborado para esta significativa ocasión: “Oh Dios, que enviaste a tu Hijo, para que muriendo y resucitando nos diese su Espíritu de amor. Nuestros hermanos mártires del siglo XX en España, mantuvieron su adhesión a Jesucristo de manera tan radical y plena que les permitiste derramar su sangre por Él. Danos la gracia y la alegría de la conversión para asumir las exigencias de la fe; ayúdanos, por su intercesión, y por la de María, Reina de los mártires, a ser siempre artífices de reconciliación en la sociedad y a promover una viva comunión entre los miembros de tu Iglesia en España; enséñanos a comprometernos, con nuestros pastores, en la nueva evangelización haciendo de nuestras vidas testimonios eficaces del amor a Ti y a los hermanos. Te lo pedimos por Jesucristo, el Testigo fiel y veraz, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén”.







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