2007-10-14 10:25:22

El Papa destaca de la música sacra “la santidad, el arte verdadero y la universalidad” en su visita al Pontificio Instituto de Música Sacra


Sábado, 13 oct (RV).- Benedicto XVI esta mañana a las 11.00 ha visitado en Roma el Instituto de Música Sacra de via Torre Rossa, sede didáctica de uno de los ateneos más prestigiosos de la Iglesia, que ha sido completamente restaurado en estos últimos años, gracias a la contribución de distintos benefactores, entre ellos, el gobierno de la Generalitat de Catalunya que ha permitido la restauración del gran órgano donado al Papa Pío XI por Madame Justine Ward, en 1932. El Santo Padre, como ha dicho en su discurso, ha venido para “inaugurar y bendecir estos imponentes trabajos de restauración entre los que se encuentra también la remodelación completa de la biblioteca y la Sala Académica”.

  El Pontífice ha recordado que el Pontificio Instituto de Música Sacra se está encaminado a grandes pasos hacia el centenario de su fundación, por obra del Papa Pío X, el cual en 1911, lo erigió con el nombre de “Escuela Superior de Música Sacra”. Desde entonces el Instituto ha estado activamente empeñado en el cumplimiento de su misión originaria al servicio de la Iglesia universal. “Numerosos estudiantes de varias partes del mundo, en las distintas disciplinas de la música sacra han pasado por estas aulas -ha subrayado el Papa-, convirtiéndose ellos mismos, a su vez, en formadores en sus respectivas Iglesias locales”.

 Moviéndose en la línea de una secular tradición, Benedicto XVI ha querido hacer hincapié, en lo que señala, en mérito a la Música Sacra, el Concilio Vaticano II: “Constituye un tesoro de inestimable valor que sobresale entre las grandes expresiones del arte, especialmente por el hecho de que el canto sacro, unido a las palabras, es parte integrante de la liturgia solemne”.

 Una eficacia la del canto y la de la música sacra que ensalza los corazones y los eleva a Dios como subrayan la rica tradición bíblica y patrística, ha añadido el Santo Padre, que ha recordado a este respecto las tres características que Juan Pablo II observaba al distinguir los valores de la música sacra litúrgica: “la santidad”, “el verdadero arte” y la “universalidad”, es decir, la posibilidad de que esta música pueda ser propuesta a cualquier pueblo o tipo de asamblea.


Precisamente por este motivo, el Pontífice ha insistido para una revitalización de la música sacra litúrgica. “Las Autoridades eclesiásticas deben esforzarse en orientar sapientemente el desarrollo de un género de música tan exigente como éste, no congelando el tesoro, sino intentando insertar en la herencia del pasado las novedades de valor del presente, para llegar a una síntesis digna de la alta misión a ella reservada en el servicio divino”.

 “Estoy seguro –ha terminado diciendo el Papa- que el Pontificio Instituto de Música Sacra, en armónica sintonía con la Congregación para el Culto Divino, sabrá ofrecer su contribución para una puesta al día, adaptando a nuestros tiempos las preciosas tradiciones de la riqueza de la música sacra.

 Antes de la llegada de Benedicto XVI hemos entrevistado a Mons. Valentí Miserachs Grau, que es el director del Instituto de música sacra y a su vez gran músico y compositor. RealAudioMP3

Mons. Miserachs, el Instituto tiene un largo historial, podríamos decir secular, en el contexto de la música sacra. RealAudioMP3







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