2007-10-09 16:42:17

El gobierno australiano se prepara para recibir a millones de jóvenes


Martes, 9 oct (RV).- Cada vez está más cerca la próxima Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Sydney, Australia, los próximos 15 al 20 de julio de 2008. El gobierno australiano está preparándose para recibir a millones de jóvenes que llegarán de todo el mundo, por este motivo ha decidido simplificar la concesión de visados a todos los peregrinos que acudan a la Jornada Mundial de la Juventud.

En este sentido se ha firmado en Sydney un acuerdo entre el presidente del comité organizador local de la JMJ - el cardenal George Pell - y la viceministra de Inmigración y Ciudadanía, Teresa Gambarro. Siguiendo el documento, el Departamento de Inmigración y Ciudadanía proporcionará visados, libres de tasas gubernamentales, a los peregrinos registrados, les ofrecerá visados de tres meses, cosa que les permitirá múltiples entradas en el país y no limitará el número de visados concedidos en general o respecto a un país en particular.

Estas disposiciones «confirman el fuerte apoyo del Gobierno Federal para que la Jornada Mundial de la Juventud tenga un éxito total», considera el purpurado australiano. La iniciativa de las autoridades «facilitará a los peregrinos viajar a Sydney para participar en este histórico evento», que espera la llegada de al menos unos 140 mil visitantes internacionales, añade el cardenal Pell. Además se calcula que la mitad de ellos procederán de los Estados Unidos, Italia y Alemania. La organización sitúa en más de medio millón la cifra de peregrinos que se espera en la misa final de la JMJ el domingo 20 de julio, cuya celebración presidirá Benedicto XVI en su primera visita a Australia.

Asimismo el Arzobispo de Sydney, Cardenal George Pell, alentó a los jóvenes australianos a prepararse espiritualmente ya que es un momento de conversión, para la próxima Jornada Mundial de la Juventud. "La JMJ no es una reunión como las demás; no es sólo un encuentro multicultural ni tampoco sólo una ocasión para hacer nuevas amistades. Es sobre todo un momento de conversión, de encuentro con Dios, de compartir con el prójimo y de anunciar la Buena Nueva. Es pues necesario prepararse espiritualmente al evento para no dejarse sobrepasar por los asuntos organizativos y logísticos", destacó el Cardenal según informa la agencia vaticana Fides.

Si bien "un número cada vez mayor de jóvenes australianos piensa que se puede vivir bien sin Dios. Hay una erosión de la fe y de la práctica religiosa", el Arzobispo destacó que "una de las bendiciones que la Jornada Mundial de la Juventud nos dará será el don del único y verdadero Dios, recordándonos las enseñas de Cristo, único Hijo de Dios, y poniendo los valores espirituales en la escena pública". Por su parte, Mons. Anthony Fisher, Obispo Auxiliar de Sydney y Coordinador General de la JMJ, señaló que "el fermento organizativo debe estar siempre acompañado de un compromiso espiritual" y que este gran evento eclesial es una "ocasión preciosa para que todos los jóvenes de Oceanía puedan repensar la dimensión trascendente de su vida y recuperar su relación con Dios".








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