El Papa espera que el deporte esté siempre al servicio de la dignidad humana y que
se viva con rectitud para promover el desarrollo de la persona
Sábado, 6 oct (RV).- En su audiencia esta mañana a los integrantes de la selección
austriaca de esquí, el Papa ha recordado con alegría su reciente viaje apostólico
a Austria y ha reflexionado sobre los verdaderos valores del deporte.
Al recibir
esta mañana en audiencia a los integrantes de la selección austriaca de esquí, el
Papa ha recordado con alegría su reciente viaje apostólico a Austria y ha reflexionado
sobre los verdaderos valores del deporte. Benedicto XVI ha reiterado la importancia
de que el deporte esté siempre al servicio de la dignidad humana y de que se viva
con rectitud para promover el desarrollo de la persona.
El deporte ayuda al
hombre a percibir sus propias capacidades como un talento y su vida como un don de
Dios, ha recordado el Papa, haciendo hincapié luego en que también cuando se practica
el deporte de alto nivel, es necesario preservar la armonía interior entre cuerpo
y espíritu, sin querer perseguir sólo buenos resultados.
Tenacidad, espíritu
de sacrificio, disciplina interior y exterior, sentido de justicia, conciencia de
los propios límites y respeto del prójimo. Son valores del deporte, pero son también
virtudes en las que hay que entrenarse en la vida cotidiana, ha destacado Benedicto
XVI, poniendo de relieve la contribución que los deportistas pueden ofrecer, en particular
a los jóvenes. En un periodo en el que se constata una pérdida de valores, el Papa
ha deseado que los atletas puedan dar impulsos firmes en lo que respecta a diversos
contextos de la vida, de la familla, del trabajo y de la paz.