2007-09-12 16:47:55

Nápoles, próximo viaje del Santo Padre


Miércoles, 12 sep (RV).- El Santo Padre Benedicto XVI acaba de finalizar dos viajes, uno a Loreto y otro a Austria, uno dentro de Italia, el otro fuera, pero los dos, marcados por la presencia constante de los jóvenes y el mensaje de la cercanía de la Iglesia con su pueblo, sobre todo con los que representan su futuro, los jóvenes.

Antes de emprender el camino para el próximo encuentro mundial de la juventud, en Sydney 2008, Benedicto XVI seguirá, como lo ha ido haciendo hasta ahora, viajando para transmitir el mensaje de paz, solidaridad y amor que Cristo nos dejó.

En este sentido recientemente se anunció que dentro de un mes aproximadamente, exactamente el 21 de octubre, el Papa viajará a Nápoles, según confirmó el cardenal Crescenzio Sepe, arzobispo de Nápoles: “Sobre todo quiero agradecer al Santo Padre que haya acogido la invitación de visitar, aunque por pocas horas, la diócesis de Nápoles, visita que se inserta también en el contexto de la Reunión del diálogo interreligioso por la paz, que organiza la comunidad de San Egidio, como cada año, en diferentes ciudades del mundo”.

El cardenal consideró que con la visita del Santo Padre a esta diócesis tan marcada por problemas de delincuencia, es un signo particular de su amor por Nápoles: “El Santo Padre sin duda dará una inyección de confianza a todos nosotros que trabajamos en un contexto hermoso pero muy a menudo difícil”.

Benedicto XVI llegará a Nápoles el domingo 21 de octubre por la mañana y se dirigirá directamente a la plaza del Plebiscito, donde concelebrará la Santa Misa con los cardenales y obispos de la región. Al finalizar, el Papa recitará el rezo mariano del Ángelus.

Precisamente a esa misma plaza acudió Juan Pablo II en 1990 en su visita pastoral a la región Campana. “Visitar Nápoles significa recorrer más de dos milenios de historia de una de las culturas más ricas de Europa –dijo el Pontífice en aquella ocasión- significa leer, a través de los estratos de las civilizaciones que se han sucedido, la formación de una ciudad singular, que se encuentra en la encrucijada de los caminos recorridos por las poblaciones que han escrito la historia de Europa. (…) En 1979, durante mi visita rápida a Nápoles –recordó Juan Pablo II- lancé un llamamiento en esta plaza: Nápoles merece un interés especial, exige un atención directa, Nápoles necesita esperar”.

En este sentido el Pontífice finalizó señalando la necesidad de que la sociedad civil napolitana en conjunto, “sea protagonista de su propio desarrollo, que el pueblo de Nápoles cultive una fuerte conciencia social y salvaguarde los ricos valores de su tradición”.

Éste será el mensaje con el que Benedicto XVI viajará a una tierra martirizada por graves problemas sociales, como la Camorra, la mafia que asfixia en muchos barrios de la ciudad a más de la mitad de las familias.

Benedicto XVI tras el Ángelus, se dirigirá al Seminario Mayor de Capodimonte, donde se encontrará con los jefes de las delegaciones de las denominaciones cristianas y también con los representantes de varias religiones del mundo. Está previsto que el Patriarca Bartolomé I acuda a la cita, así como el arzobispo de Chipre, y Kirill de Moscú entre otros Patriarcas.







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