En su mensaje a la III Asamblea Ecuménica Europea, el Papa señala el objetivo concreto
de “reconocer una nueva luz en el Cristo crucificado y resucitado como camino de reconciliación
de los cristianos en Europa”
Jueves, 6 sep (RV).- Entre los días 4 y hasta el próximo 9 de septiembre se viene
celebrando en la localidad de Sibiu (Rumania) la Tercera Asamblea Ecuménica Europea.
Con ocasión de dicho acontecimiento el Papa ha enviado un mensaje a los participantes.
En dicho mensaje el Santo Padre destaca la importancia del ecumenismo para la nueva
evangelización de Europa y para la unidad de la misma. Esa esperanza de renovación
y unidad tienen un objetivo concreto: “reconocer una nueva luz en el Cristo crucificado
y resucitado como camino de reconciliación de los cristianos en Europa”.
Benedicto
XVI haciendo mención al Papa Juan Pablo II y al Concilio Vaticano II encuentra en
el ecumenismo una tarea insustituible, camino difícil pero abierto a la esperanza
de la unidad de todos los cristianos. El Papa recuerda en dicho mensaje los signos
de los tiempos, es decir, los frutos conseguidos en los últimos decenios de trabajo
incansable por la unidad.
Finalmente, Benedicto XVI destaca en su mensaje dos
elementos fundamentales para el empeño ecuménico: el dialogo de la verdad y el encuentro
de los hermanos; destacando la constancia en la oración a Cristo luz del mundo. De
la primera sesión celebrada ayer en Sibiu subrayamos las palabras del Metropolita
del Patriarcado de Moscú y del Cardenal Kasper. Ambos están de acuerdo en señalar
que nos acercamos a una crisis del ecumenismo, encontrando la necesidad de reconstruir
una sólida base moral común, así como a que las Iglesias hagan un trabajo de autocrítica
y de purificación de la memoria.