Benedicto XVI invita a rezar por las víctimas de las inundaciones y de los incendios,
y condena la irresponsabilidad de los que provocan estas últimas dramáticas emergencias
Miércoles, 29 ago (RV).- Benedicto XVI ha hecho un llamamiento, antes del canto del
Padrenuestro, ante las inundaciones en Países orientales y los últimos incendios ocurridos
en varias naciones europeas y, de manera particular, en Grecia e Italia en las que
han perdido la vida un número elevado de personas: “En estos días, algunas regiones
geográficas han sido devastadas por graves calamidades –ha exhortado el Papa- Me refiero
a las inundaciones en algunos países orientales, así como a los desastrosos incendios
en Grecia, en Italia y en otras naciones europeas. Ante estas dramáticas emergencias,
que han causado numerosas víctimas e ingentes daños materiales, es preciso preocuparse
por el irresponsable comportamiento de aquellos que ponen en riesgo la seguridad de
las personas y destruyen el patrimonio ambiental, precioso para toda la humanidad.
Me uno a cuantos, con razón, estigmatizan tales acciones de índole criminal e invito
a todos a rezar por las víctimas de estas tragedias”.
El Santo Padre como cada
miércoles se ha trasladado esta mañana desde el Palacio Apostólico de Castelgandolfo
al Vaticano, donde en la plaza de san Pedro, ha presidido la Audiencia General para
los peregrinos presentes en Roma.
Benedicto XVI ha centrado la catequesis de
hoy en la figura de san Gregorio de Nisa, nacido en el siglo IV. “El hombre tiene
como fin la contemplación de Dios. Solamente en ella podrá encontrar –ha reiterado
el Santo Padre– su satisfacción. Para anticipar de alguna manera este objetivo, ya
en esta vida debe progresar incesantemente hacia una vida espiritual cada vez más
perfecta”. En este sentido el Pontífice ha indicado que las enseñanzas de san Gregorio
de Nisa invitan al hombre a “reconocer dentro de sí el reflejo de la luz divina”.
Para
Benedicto XVI –que ha hecho un recorrido de la vida de este santo, hermano de san
Basilio y amigo de san Gregorio Nacianceno, a los que el Papa ha dedicado ya las catequesis
precedentes- la lección más “importante” que san Gregorio Niceno nos entrega es que
“la plena realización del hombre consiste en la santidad”.
Y prosiguiendo su
catequesis en italiano el Papa ha calificado a san Gregorio de “padre de la mística”,
dotado de un “carácter meditativo, con gran capacidad de reflexión, y de una vivaz
inteligencia, abierta a la cultura de su tiempo”, sobre todo tras la muerte de Basilio,
casi “recogiendo la herencia espiritual, cooperó en el triunfo de la ortodoxia”.
“El
hombre -ha añadido después el Pontífice- reconoce dentro de sí el reflejo de la luz
divina: purificando su corazón, volviendo a ser, como era al principio, una límpida
imagen de Dios, belleza ejemplar”. De esta manera el hombre puede ver a Dios, “como
los limpios de corazón”: Solamente lavando las manchas que se han plasmado en nuestro
corazón –ha explicado el Papa– se puede encontrar la luz de Dios.
Les ofrecemos
a continuación el resumen que de su catequesis ha hecho el Santo Padre en español
para los peregrinos de nuestra lengua presentes en la Plaza de san Pedro: “Queridos hermanos
y hermanas: San Gregorio de Nisa, nacido en el siglo IV, destaca en la historia del
cristianismo como un pensador original y profundo, abierto a la cultura de su época.
Elegido Obispo de Nisa, con su celo pastoral se ganó la estima de aquella comunidad.
Participó en el Concilio de Constantinopla que definió la divinidad del Espíritu Santo.
Con su aguda inteligencia defendió contra los herejes la verdad de la naturaleza divina
del Hijo y del Espíritu Santo, así como la perfecta humanidad de Cristo. Gregorio
compuso además varios tratados de doctrina espiritual en los que enseña el camino
que lleva a la perfección. Afirmaba que en la creación no existe nada más grande y
bello que el ser humano, creado por Dios como reflejo de la belleza divina. El hombre,
purificando su corazón, puede volver a ser, como al principio, una limpia imagen de
Dios. Enseñaba que la persona humana tiene como fin la contemplación de Dios, que
se puede anticipar ya en este mundo a través de una vida espiritual cada vez más perfecta.
Ésta es la lección más importante de san Gregorio Niseno: la plenitud del hombre consiste
en la santidad. Saludo cordialmente a los visitantes de lengua española. En particular,
a las Siervas de María Ministras de los Enfermos, así como a los distintos grupos
y parroquias venidos de España, El Salvador, México, y de otros países latinoamericanos.
Os animo a que íntimamente unidos a Cristo en la Eucaristía y viviendo con espíritu
de caridad, recorráis con alegría el camino que lleva a la santidad. ¡Que Dios os
bendiga!”
También el Santo Padre ha saludado, al final de la Audiencia General
a una delegación de la República de San Marino presente en la plaza de San Pedro,
encabezada por el Obispo, para recordar el 25 aniversario de la visita pastoral que
hizo Juan Pablo II. “Queridos amigos –les ha dicho el Papa- que el recuerdo de un
evento tan significativo suscite en vosotros una renovada adhesión a Dios, manantial
de luz, de esperanza y de paz”.
Como es habitual el Papa se ha dirigido a los
jóvenes a los enfermos y a los recién casados. “Mi pensamiento -ha dicho- se dirige
finalmente a los jóvenes a los enfermos y a los reciñen casados. Que el heroico ejemplo
de san Juan Bautista, del que hoy celebramos el martirio, os lleve a en vosotros,
queridos jóvenes, a proyectar vuestro futuro con plena fidelidad al Evangelio. Que
a vosotros, queridos enfermos os ayude a afrontar el sufrimiento con valentía, encontrando
en Cristo crucificado serenidad y consuelo. Y que a vosotros, recién casados, os conduzca
a un amor profundo hacia Dios y entre vosotros, para experimentar cada día la alegría
consoladora que brota de la donación recíproca de sí mismo”.