Benedicto XVI dedica a san Gregorio Nacianceno su catequesis de la Audiencia General
y recuerda que “como personas humanas, debemos ser solidarios los unos con los otros,
imitando la bondad y el amor de Dios”
Miércoles, 22 ago (RV).- Benedicto XVI, como cada miércoles durante el verano, se
ha trasladado una vez más en helicóptero desde su residencia estiva de Castelgandolfo
al Vaticano, donde ha celebrado la habitual Audiencia General en el Aula Pablo VI
para los peregrinos presentes en Roma.
“Como personas humanas, debemos ser
solidarios los unos con los otros, imitando la bondad y el amor de Dios”. Lo ha subrayado
el Papa, en su alocución en italiano, recordando las enseñanzas de uno de los padres
apostólicos a los que está dedicando su ciclo de catequesis en las últimas semanas:
San Gregorio Nacianceno, teólogo y obispo de Constantinopla, que vivió en el siglo
IV.
“Nosotros somos una sola cosa en el Señor: ricos y pobres, esclavos y
hombres libres, sanos y enfermos. Y como hacen los miembros de un solo cuerpo -ha
añadido el Pontífice- cada uno se ocupa de sí mismo y todos de todos”. Para Benedicto
XVI, “Gregorio Nacianceno afirma que “el hombre debe imitar la bondad y el amor de
Dios” y así pues recomienda; si eres sano y rico alivia la necesidad de quien está
enfermo y es pobre; si no has caído, socorre a quien ha caído y vive en el sufrimiento”.
La conclusión de la catequesis del Papa es que “san Gregorio sintió la necesidad de
acercarse a Dios para superar el cansancio del propio yo. Experimentó el impulso de
su propia alma, la vivacidad de un espíritu sensible y la inestabilidad de la infelicidad
efímera. Para él, en el drama de una vida en la que pesaba la conciencia de la propia
debilidad y de la propia miseria, la experiencia del amor de Dios siempre fue por
delante”.
Escuchemos el resumen que de su catequesis ha hecho el Santo
Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua presentes en el Aula Pablo
VI: “Queridos hermanos
y hermanas. San Gregorio Nacianceno, reflexionando sobre la misión que el Señor le
había encomendado, dice: “He sido creado para ascender hasta Dios con mis acciones”.
Él era un hombre manso, y en su vida trabajó siempre por la paz en la Iglesia de su
tiempo, dañada por discordias y herejías. Con audacia evangélica proclamó la verdad
de la fe, a la vez que sentía profundamente el anhelo de acercarse y unirse a Dios.
Gregorio hizo resplandecer la luz de la Trinidad defendiendo la fe proclamada en el
Concilio de Nicea: un solo Dios en tres Personas iguales y distintas, Padre, Hijo
y Espíritu Santo. Asimismo, puso muy de relieve la plena humanidad de Cristo. Gregorio
nos recuerda que, como personas humanas, debemos ser solidarios los unos con los otros,
imitando la bondad y el amor de Dios. Nos enseña ante todo la importancia y la necesidad
de la oración, en la cual debemos dirigir nuestro corazón a Dios para entregarnos
a Él como una ofrenda que se ha de purificar y transformar. En la oración nosotros
vemos todo a la luz de Cristo, nos quitamos nuestras máscaras y nos sumergimos en
la verdad y en la escucha de Dios, alimentando el fuego del amor.
Una vez más,
el Santo Padre saludando a los fieles y peregrinos de lengua española ha recordado
al pueblo peruano, cuando se cumple una semana del dramático seísmo que afectó el
sur de Perú: “Saludo ahora a los
visitantes de lengua española, en especial a los diversos grupos parroquiales y cofradías,
a los miembros de la Juventud Mariana Vicentina, así como a los peregrinos de varios
Países latinoamericanos. Una vez más deseo recordar con gran afecto y cercanía espiritual
al querido pueblo peruano, tan probado en estos días, pidiendo gestos de solidaridad
cristiana, como enseña san Gregorio Nacianceno. ¡Que Dios os bendiga!”. Esta es la
tercera vez en menos de una semana que el Pontífice, que ha dispuesto el envío de
200.000 euros para ayudas de emergencia a la población afectada por el terremoto,
pide la solidaridad internacional para los damnificados peruanos. Recordamos que el
Secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, viajará a Perú del 23 al 30 de agosto,
un viaje que ya tenía programado con ocasión del Congreso eucarístico nacional.
La
sala de prensa de la Santa Sede publicó ayer el programa del viaje del secretario
de Estado, en el que destaca la reunión que mantendrá el día 24 con el presidente
peruano, Alan García. Ese mismo día, el cardenal Bertone visitará las ciudades de
Inca y Pisco, dos de las más afectadas por el terremoto, que ha dejado más de 540
muertos, 1.600 heridos y al menos 34.409 familias damnificadas.
Como siempre
el Papa antes de finalizar la audiencia ha saludado a los jóvenes a los enfermos y
a los recién casados. Dirijamos nuestra mirada al Cielo para contemplar el esplendor
de la Santa Madre de Dios, que hoy la liturgia invita a invocar como nuestra Reina.
Queridos jóvenes, poneros vosotros mismos y cada proyecto vuestro bajo la maternal
protección de Aquella que ha dado al mundo al Salvador. Queridos enfermos, a la espera
de recuperar la salud, rezadle cada día para obtener la fuerza para afrontar con
paciencia la prueba del sufrimiento. Queridos recién casados, cultivad hacia Ella
una devoción sincera, para que os esté cerca en vuestra cotidiana existencia.