Benedicto XVI recuerda una vez más a las víctimas del terremoto de Perú a quienes
asegura la cercanía de la Iglesia “con toda su solidaridad espiritual y material”
Domingo, 19 ago (RV).- En este vigésimo domingo del Tiempo Ordinario, Benedicto XVI
ha presidido el rezo mariano del Ángelus desde el balcón del Palacio apostólico de
Castelgandolfo, localidad a la que acudió el pasado 27 de julio para pasar unas semanas
de descanso. Ante la multitud de fieles congregados en esta pequeña localidad cercana
a Roma, el Pontífice ha solicitado, como ya hiciera el pasado jueves, la oración de
todas las personas de buena voluntad para las poblaciones de Perú devastadas por el
fuerte terremoto del pasado miércoles 15 de agosto: “Para los numerosos difuntos invoco
la paz del Señor, para los heridos la rápida curación, y para cuantos se encuentran
en condiciones de miseria aseguro que la Iglesia está con vosotros, con toda su solidaridad
espiritual y material”.
Previamente al rezo del Ángelus, Benedicto XVI ha recordado
la expresión que nos subraya el Evangelio de hoy, cuando Cristo confió a sus discípulos:
“¿Pensáis que he venido a dar paz a esta tierra? No, os lo aseguro, sino división.
Porque desde ahora habrá cinco en una casa y estarán divididos; tres contra dos, y
dos contra tres” (Lc 12,51-52). Esta afirmación, ha explicado el Pontífice, es el
mensaje de paz por excelencia. “Pero entonces, -se ha preguntado el Papa- ¿cómo
se explican estas palabras?”. El Obispo de Roma ha respondido recordando que “esta
expresión de Cristo significa que la paz que Él ha venido a traernos no es sinónimo
de simple ausencia de conflicto. Al contrario, la paz de Jesús es fruto de una lucha
constante contra el mal”.
En este sentido Benedicto XVI ha señalado que quien
se resista a este enemigo permaneciendo fiel a Dios y al bien, tendrá que enfrentarse
necesariamente a la incomprensión y quizá también a persecuciones. “Por este motivo
-ha proseguido el Papa- quienes sigan a Jesús y se empeñen sin compromisos por la
verdad, tienen que saber que encontrarán oposiciones y se convertirán, a su pesar,
en signo de división entre personas, incluso en el interior de las propias familias”.“De
hecho el amor a los padres es un mandamiento sagrado – ha dicho el Papa-, pero para
que sea vivido de modo auténtico, nunca podrá anteponerse al amor de Dios y de Cristo.
De este modo, siguiendo las huellas de Jesús, los cristianos se transforman en ‘instrumentos
de paz’. No de una paz aparente, sino real, perseguida con valentía y tenacidad en
el empeño cotidiano de vencer al mal con el bien (cfr Rm 12,21) y pagando de persona
el precio que esto conlleva”.
Y tras el rezo mariano del Ángelus y el responso
por los fieles difuntos, Benedicto XVI ha realizado, como les señalábamos al inicio
de esta información, un llamamiento por las víctimas del terremoto de Perú, y en este
sentido ha anunciado que su secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, “que
desde hace tiempo tenía en programa una visita a Perú”, viajará en los próximos días
a esta tierra “para dar testimonio en primera persona de mis sentimientos y de la
ayuda concreta de la Santa Sede”.
Ese mensaje de solidaridad es el que el Pontífice
ha recordado en su saludo en español a los peregrinos de todo el mundo: “Saludo cordialmente
a los fieles de lengua española que participan en esta oración mariana del Ángelus.
En estos momentos mi pensamiento se dirige a las queridas poblaciones del Perú que
el miércoles pasado han sufrido un gran terremoto. Con constante preocupación y gran
afecto me siento muy cercano a tantos hermanos y hermanas tan duramente probados.
Encomiendo al Señor a las numerosas víctimas y heridos, así como a los que han perdido
su vivienda y sus bienes. Que la intercesión de la Virgen María despierte en todos
sentimientos de caridad y solidaridad fraterna que permitan aliviar su difícil situación.
A todos os imparto de corazón mi Bendición Apostólica”.
Benedicto XVI también
ha querido saludar a los participantes del Meeting de Rimini sobre la amistad entre
los pueblos que este año, como ha recordado el Papa, lleva como tema: “La verdad es
el destino para el cual estamos hechos”. Tras saludar a los organizadores el Santo
Padre ha expresado su deseo de que el “Meeting sea para muchos, una ocasión proficua
de reflexión y de confrontación, para realizar la vocación más profunda del hombre:
ser creadores de la verdad y por ello, buscadores de Dios” (cr Enc. Fides et ratio,
Proemio). Y como es ya habitual, Benedicto XVI ha saludado, también en otras lenguas.
En polaco, el Pontífice ha recordado las celebraciones de estos días en el país en
conmemoración del 750 aniversario de la muerte de san Jacinto. “Este hijo de la tierra
Silesia, empujado por el espíritu misionero de san Domingo ha predicado con celo el
Evangelio desde Dancs hasta Kiev -ha recordado el Papa. Junto a toda la Iglesia de
Polonia agradezco a Dios la vida y apostolado de este santo. Os confío a todos a su
protección”.