Indicaciones de la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes contra la violencia de
género
Lunes, 23 jul (RV).- La violencia por motivos de género, y los enormes daños físicos,
psicológicos y financieros que acarrea para la mujer y para la sociedad, es un rasgo
de la vida urbana, independientemente del nivel de ingresos o de educación. La violencia
en sus diversas formas, desde la intimidación hasta el ataque sexual, restringe la
capacidad de las mujeres de desplazarse en la ciudad y en torno a ella, reduciendo
su libertad para buscar trabajo, y acceder a servicios sociales y actividades de esparcimiento.
Los malos tratos físicos y sexuales son también un factor contribuyente a las infecciones
de transmisión sexual (incluido el VIH/SIDA) y las complicaciones del embarazo.
Así
de enérgico se expresa en un reciente informe el Fondo de Población de las Naciones
Unidas (UNFPA), agencia de cooperación internacional para el desarrollo que promueve
el derecho de cada mujer, hombre y niño a disfrutar de una vida sana, con igualdad
de oportunidades para todos.
Como señaló el Consejo Pontificio para la Pastoral
de los Emigrantes e Itinerantes en su primer Encuentro Internacional de Pastoral celebrado
en 2005, “la relación entre violencia y sociedad patriarcal, y el efecto de ambas
cosas en las mujeres, necesitan ser explorados y examinados en todos los niveles de
la sociedad, en particular respecto a las consecuencias para la vida familiar. Los
efectos de la violencia interna deben ser expresados con toda claridad, tanto por
los hombres como por las mujeres, según el caso”. Precisamente, esta denuncia a la
que hacen referencia se produce, según el estudio de la UNFPA, principalmente en las
zonas urbanas.
Tal vez esto se deba simplemente a las mejores posibilidades
de denunciar la violencia, existentes en las ciudades, pero al mismo tiempo también
en las grandes urbes hay menos solidaridad para con las personas que sufren malos
tratos, encontrando a menudo situaciones en las que la población evita ‘inmiscuirse’
en los, digámoslo así, asuntos de los demás.
En este sentido, la Pastoral de
los Emigrantes e Itinerantes ofreció una serie de indicaciones dirigidas especialmente
a los obispos, quienes tienen en su mano la capacidad y el deber de ayudar. De este
modo, se les llama a incluir los temas candentes de la explotación sexual, del tráfico
y del contrabando de seres humanos entre los tratados durante las visitas ad limina;
se sugiere a los obispos que, en sus cartas pastorales, fomenten la promoción y la
protección de la dignidad de las mujeres y de los menores.
En relación a las
comunidades locales, es necesario que las escuelas y las parroquias proporcionen programas
de instrucción y de información sobre la sexualidad, el respeto mutuo y las relaciones
interpersonales sanas, especialmente entre hombres y mujeres, a la luz de la Palabra
de Dios y de la Doctrina moral de la Iglesia. Los programas de formación y de capacitación
profesional para los agentes de pastoral deben formar parte de la preparación para
su ministerio. Asimismo hay que intensificar los contactos entre todos los grupos
interesados en esta pastoral, a saber: voluntarios, asociaciones, congregaciones religiosas,
ONG y grupos ecuménicos e interreligiosos.
Por lo que se refiere a las congregaciones
religiosas/clero diocesano/Conferencias nacionales de religiosos, vienen llamados
a realizar programas de educación y de concienciación sobre la explotación sexual
de mujeres y menores deben realizarse en seminarios y en la formación inicial y permanente
para religiosos y religiosas, y se anima a las Conferencias nacionales de religiosos/as
a que designen una persona como punto de contacto en su país y con el extranjero,
en este sector pastoral.
Pero no son sólo los religiosos y religiosas del mundo
quienes tienen el deber de moverse a favor de la igualdad, sino también la sociedad
en general, que tiene que denunciar a las autoridades competentes los malos tratos
y la prostitución, dando en el caso que sea posible apoyo a las personas que se encuentran
‘sumergidas’ en este tipo de situaciones.