Benedicto XVI agradece los deseos que le llegan para que los días de descanso que
transcurre en Lorenzago di Cadore sean muy fructuosos
Jueves, 12 jul (RV).- Benedicto XVI prosigue su estancia en Lorenzago di Cadore, donde
está transcurriendo desde el pasado lunes unos días de reposo, reflexión y oración.
En este marco alpino y alejado de compromisos oficiales, en la tarde de ayer, el Santo
Padre salió del chalet donde se hospeda - el mismo que acogió varias veces a Juan
Pablo II - y se dirigió a la vecina y pequeña localidad de Lozzo, para rezar el rosario
en un pequeño santuario, del siglo XVII, dedicado a la Virgen de Loreto.
Como
ya estaba previsto, el Santo Padre no acudió anoche al concierto que se había organizado
para celebrar la festividad de san Benito, patrono de Europa. Pero, a través de un
mensaje que fue leído por su secretario particular, Mons. George Gaenswin, el Papa
aseguró su cercanía espiritual y quiso expresar su profunda gratitud por la acogida
que ha recibido en esta localidad, rodeada de bellísimos bosques y de las majestuosas
montañas de los dolomitas.
En el mismo mensaje dirigido al párroco de Lorenzago
di Cadore, don Sergio De Martín Modolado, y extendiendo su gratitud a las autoridades
y a toda la comunidad de esta parroquia, el Santo Padre agradeció también los deseos
que le han llegado para que estos días de descanso sean muy fructuosos. Deseos que
aprecio mucho – escribe Benedicto XVI - porque están acompañados «por la oración,
sobre la cual cuento mucho para cumplir la misión que el Señor me ha confiado».
En
particular, el Papa envió un saludo y agradecimiento especial al maestro José Luís
González Uriol, el organista español que tocó «el histórico órgano – rey de los instrumentos
musicales- », recientemente restaurado que se encuentra en esta parroquia y a los
integrantes de la Schola Cantorum de Lorenzago, porque como recuerda san Agustín,
‘el que canta reza dos veces’». Asimismo, el Pontífice ha manifestado su aprecio por
la muestra dedicada a los tesoros de arte en las iglesias de la provincia italiana
de Belluno, que había sido organizada por la misma parroquia de Lorenzago.