El Papa reitera la misión de los arzobispos metropolitanos de fomentar estrechos vínculos
de comunión con el Sucesor de Pedro y entre sus diócesis sufragáneas, para que resplandezca
la figura de Cristo
Sábado, 30 jun (RV).- Benedicto XVI ha recibido esta mañana a los 46 arzobispos metropolitanos
que ayer recibieron el sagrado palio, acompañados de sus familiares y amigos. Encuentro,
como ha señalado el Papa, que ha sido casi una prolongación del intenso clima de comunión
eclesial que se vivió en esta solemnidad de los santos Apóstoles Pedro y Pablo.
Destacando
la variedad de proveniencias de estos Pastores, signo de «la universalidad de la Iglesia,
cuyos miembros en todos los rincones de la tierra anuncian el Evangelio en distintas
lenguas y profesan la única e inmutada fe de los Apóstoles», el Santo Padre ha saludado
en italiano, francés, inglés, español, portugués, polaco y húngaro.
Benedicto
XVI ha ido nombrando a los doce arzobispos metropolitanos de América Latina. Empezando
por los dos de Perú - José Antonio Eguren Anselmi, de Piura y Javier Augusto del
Río Alba, de Arequipa. Luego a los de México: Rafael Romo Muñoz, de Tijuana; José
Guadalupe Martín Rábago, de León; Pedro Aranda Díaz-Muñoz de Tulancingo; Rogelio Cabrera
López, de Tuxtla Gutiérrez Hipólito Reyes Larios, de Jalapa y Óscar Julio Vian Morales,
de Los Altos, Quetzaltenango-Totonicapán. Al de Chile: Ricardo Ezzati Andrello, de
Concepción. De Colombia: Orlando Antonio Corrales García, de Santa Fe de Antioquia.
De Cuba: Dionisio Guillermo García Ibáñez, de Santiago de Cuba. De Venezuela: Reinaldo
Del Prette Lissot, de Valencia en Venezuela. Estas han sido sus palabras en lengua
española:
Estos nuevos
Pastores metropolitanos, al recibir esta insignia pontifical sienten el deber de fomentar
estrechos vínculos de comunión con el Sucesor de Pedro y entre sus diócesis sufragáneas,
para que resplandezca la figura de Cristo. A los fieles y amigos que los acompañáis,
os ruego que sigáis cercanos a ellos con la oración y con una colaboración generosa
y leal, para que en su misión cumplan siempre la voluntad de Dios. Pido a la Virgen
María, tan querida y venerada en Latinoamérica, que siga protegiendo el ministerio
pastoral de estos Arzobispos y derrame su amor materno sobre los sacerdotes, comunidades
religiosas y fieles de sus Arquidiócesis. A todos, mi cordial saludo junto con la
Bendición Apostólica.