Las nuevas maravillas del mundo

Jueves, 28 jun (RV).- En julio se cierra la votación popular que decidirá cuáles son las nuevas “siete maravillas del mundo”. Además de la Alhambra de Granada, otras veinte candidatas aspiran a este título.

Los griegos y romanos establecieron cuáles eran las siete maravillas del mundo antiguo: las pirámides de Giza, los Jardines colgantes de Babilonia, el templo de Artemisa en Éfeso, la estatua de Zeus en Olimpia, el mausoleo de Halicarnaso, el coloso de Rodas y el faro de Alejandría. De todas ellas sólo han pervivido las pirámides de Giza y una de las 127 columnas del ‘Templo de Artemisa’ en la actual Turquía.

Desde que hace 2.200 años se estableciera la primera lista de las denominadas Siete Maravillas del Mundo no han dejado de surgir listados más o menos turísticos sobre las construcciones con mayor ‘carisma’ del globo terráqueo. Pero ninguna ha tenido tanta repercusión como la que ha creado la Fundación de las Nuevas Siete Maravillas, una organización que ha puesto en marcha una votación a través de Internet cuyo fin es incluir en la famosa lista obras más actuales.

Tras seleccionar 21 monumentos de todos los rincones del mundo, han puesto en marcha, en su página web, una votación para que todo el mundo pueda decidir cuáles son las Siete Nuevas Maravillas del Mundo. Así, la lista incluye monumentos tan importantes como por ejemplo, La Gran Muralla china, El Kremlin de Moscú, la Acrópolis griega, el Taj Mahal, el edificio más representativo de la India, o el Coliseo de Roma, entre otros.
Este rico patrimonio cultural, es sólo un ejemplo de las maravillas que se extienden por todo el mundo, y pone de relieve – como señaló el Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes con ocasión de la Jornada mundial del Turismo 2006- la historia de todos, que ha dejado rastros de las civilizaciones en los campanarios y minaretes, en los frescos y las pirámides, en los puentes y en los satélites espaciales. Se trata de una riqueza sin límites, que pertenece a todos, patrimonio común de la humanidad, que no sólo da voz al trabajo humano, sino que también ofrece a cada uno la memoria de los vínculos que unen a las generaciones pasadas, que estructuran la historia.

Precisamente, ese patrimonio sostiene también el espléndido vitral que somos, cada uno de nosotros, como individuos y como miembros de una comunidad, con nuestras diferencias y semejanzas al mismo tiempo, en nuestro propio contexto y dignidad; una riqueza que afirmamos inmortal: "El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá" (Jn 11,25) dijo el Señor Jesús. Pero conozcamos un poco más de cerca de estas candidatas.

Iniciamos por uno de los monumentos más antiguos, y candidato honorario a formar parte de las Nuevas siete Maravillas, las pirámides de Giza. Estas construcciones se realizaron durante el periodo del Imperio Antiguo, por los faraones de la IV Dinastía, es decir allá por el dos mil antes de Cristo. Su grandeza y perfección todavía sigue sorprendiendo a quienes las visitan, a estudiosos y expertos, y sobre todo, su entereza a pesar de los más de cuatro mil años de historia.

Pasamos al viejo continente, Europa que ostenta seis candidaturas. La Acrópolis de Atenas, es la más representativa de las acrópolis griegas. Actualmente, el Partenón, en concreto, constituye un símbolo internacional de la civilización griega y en nuestros días es la ilustración gráfica que representa la UNESCO, el organismo de Naciones Unidas para la cultura y la educación. Otro monumento de la antigüedad, que a pesar de sus dos mil años de historia, sigue siendo testigo del paso del tiempo, es el Coliseo de Roma, o Anfiteatro Flavio. En él se celebraron luchas de gladiadores que podían ser vistas por 50.000 espectadores, lo que le convertía en el anfiteatro más grande de la Antigua Roma. Y siempre en Europa, nos quedamos en España, donde uno de los ejemplos más claros de la arquitectura árabe en el mundo puja por convertirse en una de las siete nuevas maravillas del mundo, hablamos de la Alhambra de Granada. Y en Inglaterra la construcción de Stonehenge, que empezó alrededor del año 3000 a.C. y terminó unos 1400 años más tarde.

Más actuales son las candidatas alemanas, australianas, francesas y americanas: castillo de Neuschwanstein (1869 -1884); el teatro de la ópera de Sydney (1954 - 73), la torre Eiffel (1887 – 1889), la Estatua de la Libertad (1886), y el Cristo Redentor de Río de Janeiro (1931). Su ‘juventud’ tendrá que prevalecer ante la candidata peruana, la ciudad en las nubes de la montaña conocida como Machu Picchu "antigua montaña", y la pirámide de Chichen Itza, construída antes de 800 d.C. en la península del Yucatán, México. Asimismo Asia participa en la elección con varias ‘joyas’ de la arquitectura, como son el mausoleo Taj Majal (1630 a.C.) de la India, el templo de Angkor, en el sudeste asiático, considerado el templo sagrado más grande del mundo; Petra en Jordania, con la fachada de 42 metros de altura del monasterio de El Deir; los templos y palacios de Kyoto creados en 794 d.C.; la Gran Muralla china (220 a.C. y 1368 - 1644 d.C.); el palacio del Kremlin en Moscú y la plaza roja (1156 – 1850); las estatuas de la isla de Pascua (siglos X - XVI ); Timbuktu en Mali; y la iglesia de Santa Sofía en Estambul erigida durante el reinado del Emperador Justiniano (532 - 537 d.C.).