El Papa celebra su audiencia general número cien, en la que reitera la necesidad de
impulsar la investigación científica en el respeto de la vida humana y de su dignidad
Miércoles, 27 jun (RV).- En su audiencia general de hoy - la número cien de su pontificado
- Benedicto XVI destaca la actualidad de las enseñanzas de san Cirilo de Jerusalén
y reitera la necesidad de impulsar la investigación científica en el respeto de la
vida humana y de su dignidad.
Ser capaces “de aprender un cristianismo que
realmente abrace toda nuestra existencia, que nos haga testimonios creíbles de Jesús”.
Ésta es la invocación catequética del Santo Padre, hablando de la figura de Cirilo,
teólogo de la antigüedad y obispo de Jerusalén.
Benedicto XVI ha dedicado su
catequesis de la audiencia general de este miércoles - la número 100 de su pontificado
– a san Cirilo de Jerusalén, con el anhelo de que sus enseñanzas ayuden a comprender
la importancia de la formación catequética integral en el Espíritu, afianzada en los
aspectos doctrinales, morales y mistagógicos, cuya vigencia sigue siendo fundamental
para los cristianos de hoy.
Con motivo de esta centésima audiencia general
de Benedicto XVI, la Prefectura de la Casa Pontificia ha indicado en una nota que
desde el comienzo de su pontificado, son casi dos millones y trescientos mil los fieles
de todo el mundo que han participando en los encuentros semanales del Papa.
Entre
los participantes en la audiencia general de esta semana, había un grupo de científicos
de fama internacional, que están celebrando un congreso sobre terapias cardiológicas
con células estaminales adultas. Y dirigiéndose a ellos, Benedicto XVI ha reiterado
la necesidad de impulsar la investigación científica en el respeto de la vida humana
y de su dignidad. El Papa ha recordado que los avances de la ciencia nunca deben
ser en detrimento de los seres humanos, palabras que han sido acogidas con un gran
aplauso:
«Saludo a los participantes en el Encuentro internacional sobre células
estaminales adultas, organizado por la Universidad ‘La Sapienza’ de Roma (aplausos),
que se propone el objetivo de desarrollar la terapia celular en ámbito cardiaco, por
medio de la utilización de células estaminales adultas. Al respecto, la posición de
la Iglesia - sufragada por la razón y la ciencia - es clara: la investigación científica
debe ser justamente alentada, siempre y cuando no sea en perjuicio de otros seres
humanos, cuya dignidad es intangible desde los primeros estadios de su existencia».
Como
la semana pasada, Benedicto XVI ha presidido la Audiencia General de hoy en dos momentos
y en dos lugares distintos. En la basílica vaticana, el Pontífice ha saludado brevemente
en varias lenguas a un primer grupo de peregrinos, y luego en el Aula Pablo VI, el
Papa se ha reunido con el resto de los fieles provenientes de todas partes del mundo.
El
Santo Padre ha aludido a la solemne celebración el próximo viernes, 29 de junio, de
la solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo. “Que su ejemplo y su constante protección
-ha dicho en la basílica vaticana- os sostengan en el esfuerzo de seguir a Cristo,
dando testimonio en vuestras vidas de una adhesión fiel a sus enseñanzas”. Este ha
sido el saludo del Papa en español.
Saludo cordialmente
a los peregrinos de lengua española. Pasado mañana celebraremos la fiesta de los apóstoles
Pedro y Pablo. Deseo que la visita a sus tumbas, así como el ejemplo de su vida y
martirio, consolide vuestra fe en Cristo y os ayude a dar testimonio, con vuestra
palabra y obras, de su Evangelio. Con afecto, os encomiendo a la intercesión maternal
de la Virgen María. ¡Que Dios os bendiga!
Después, el Santo Padre se ha
trasladado al Aula Pablo VI, donde ha pronunciado su habitual catequesis dedicada
hoy a Cirilo de Jerusalén, uno de los padres apostólicos, que vivió en el siglo IV.
Las enseñanzas de Cirilo han sido sintetizadas por el Papa como “una catequesis integral
que, abarcando cuerpo, alma y espíritu, se mantienen como un emblema también para
la formación catequética de los cristianos de hoy.
Ser capaces “de aprender
un cristianismo que realmente abrace toda nuestra existencia, que nos haga testimonios
creíbles de Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre”: esta es la invocación del Santo
Padre, hablando de la obra de este teólogo de la antigüedad y obispo de Jerusalén.
Citando las 24 “célebres catequesis”, que Cirilo expuso siendo obispo hacia el año
350, Benedicto XVI las ha definido como “una catequesis global del espíritu”, fruto
de una catequesis “doctrinal, moral y mistagógica”.
Las primeras cinco catequesis,
ha recordado el Santo Padre, tratan, respectivamente, de las disposiciones previas
al bautismo, de la conversión, de las costumbres paganas, del sacramento bautismal,
de las diez verdades dogmáticas contenidas en el Credo. Las sucesivas, en cambio,
constituyen una catequesis continuada sobre el símbolo de Jerusalén en clave antiarriana.
De las últimas 5, llamadas mistagógicas, 3 tratan sobre el crisma, y las otras del
Cuerpo y la Sangre de Cristo y de la Liturgia eucarística. Hay también una explicación
del Padre nuestro como iniciación paralela a los tres sacramentos del bautismo, la
confirmación y la eucaristía.
“La herejía del arrianismo es también hoy una
tentación para la comunidad cristiana, cuando niega la verdadera divinidad de Jesús”.
Ha dicho el Papa también en la catequesis, que hoy ha improvisado más que otras veces.
Benedicto XVI ha señalado que las catequesis de Cirilo de Jerusalén son “profundamente
bíblicas”, pero sin llegar a ser intelectuales, “enseñan a vivir la vida en la comunidad
cristiana”. Son como una introducción al cristianismo, “un verdadero tesoro de Iglesia”,
que explican a los fieles: “qué es creer, por qué se cree y cómo se vive el cristianismo”.
Este ha sido el resumen que, de su catequesis, ha hecho el Santo Padre en
español para los fieles de nuestra lengua presentes en el Aula Pablo VI.
Queridos
hermanos y hermanas:
La audiencia de hoy la dedicamos
a san Cirilo de Jerusalén. Nacido a principios de siglo cuarto, fue hombre de gran
cultura eclesiástica centrada en el estudio de la Biblia. De sus célebres
catequesis conservamos veinticuatro. Introducidas por una Procatequesis de acogida
constituyen una enseñanza sistemática sobre la nueva vida del cristiano después del
Bautismo. Con ellas se trata de ayudar a comprender y vivir el designio de Dios, que
se realiza a través de la acción salvífica de Cristo en la Iglesia. La catequesis
era un momento importante en la vida de la comunidad cristiana, en cuyo seno se formaba
el futuro fiel, acompañado por la oración y el testimonio de los hermanos. Se instruía
en la doctrina y las costumbres cristianas, se explicaban los símbolos a la luz de
las Escrituras y finalmente, en las catequesis mistagógicas se introducía en los misterios
de la salvación que se realizan en las celebraciones sacramentales. Se trata de una
catequesis integral en el Espíritu que, teniendo como base los aspectos doctrinales,
morales y mistagógicos, sigue vigente para la formación de los cristianos de hoy.
Saludo
cordialmente a los peregrinos de venidos de España y de Latinoamérica, especialmente
a la Unión de Hermandades de Jerez de la Frontera, acompañados por su Obispo Monseñor
Juan del Río, a los miembros de las Cofradías de la Diócesis de Calahorra- La Calzada-Logroño,
a los Cursillistas de Cristiandad de Toledo y Talavera, a la Asociación Pro Huérfanos
de la Guardia Civil y a los peregrinos de Tulacingo, Monterrey, Tijuana, Mérida y
Chile. Que las enseñanzas de san Cirilo nos ayuden a comprender la importancia de
la formación catequética en la vida de nuestras comunidades.
Siguiendo
el tradicional esquema de las audiencias generales, el Santo Padre ha saludado a los
jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Y, recordando que estamos en la estación
veraniega, tiempo de vacaciones y reposo, el Papa ha deseado a los jóvenes que este
periodo sea «una ocasión para útiles experiencias sociales y religiosas».
A
los recién casados, el Pontífice les ha deseado que sea un «periodo oportuno para
cimentar su unión y profundizar en su misión en la Iglesia y en la sociedad. Y a los
«queridos enfermos», que «nunca les falte en estos meses de verano la cercanía de
personas queridas».