Miércoles, 20 jun (RV).- La visita pastoral de Benedicto XVI a Asís, el pasado domingo
17 de junio, fue el acto central de las celebraciones del VIII centenario de la “conversión
de san Francisco” que se están desarrollando desde el pasado mes de octubre de 2006
y que durarán un año. Con él son ya 17 los Pontífices que se han dirigido a esta pequeña
ciudad italiana para mostrar sus respetos por este santo. En particular, Juan Pablo
II estuvo seis veces en Asís, desde 1978 hasta 2002, su última visita. El antecesor
de Benedicto XVI acudió a Asís para pedir principalmente por la paz.
En su
mensaje a los obispos de Albano, Benedicto XVI señaló el pasado 31 de agosto 2006,
que san Francisco “no era solo un ambientalista o un pacifista. Era sobre todo un
hombre convertido. Me ha complacido leer –dijo el Papa- que el obispo de Asís, Mons.
Sorrentino, precisamente para salir al paso de este ‘abuso’ de la figura de san Francisco,
con ocasión del VIII centenario de su conversión convocó un ‘Año de conversión’ para
ver cuál es el verdadero desafío". Tal vez todos podamos animar un poco a la juventud
para que comprenda –instó Benedicto XVI- qué es la conversión, remitiéndonos a la
figura de san Francisco, a fin de buscar un camino que ensanche la vida. Francisco
al inicio era casi una especie de "playboy". Luego, cayó en la cuenta de que eso no
era suficiente. Escuchó la voz del Señor: "Reconstruye mi casa". Poco a poco comprendió
lo que quería decir "construir la casa del Señor".
Hoy también nosotros, en
este programa dedicado a la Cultura y al Humanismo, dirigiremos nuestro pensamiento
a la figura de san Francisco, patrón de la Ecología, como lo proclamó Juan Pablo II
en 1979. “Entre los santos y los hombres ilustres que han tenido un singular culto
por la naturaleza, como magnífico don hecho por Dios a la humanidad, se incluye justamente
a san Francisco de Asís –escribía el Pontífice en su proclamación- Él, en efecto,
tuvo en gran aprecio todas las obras del Creador y, con inspiración casi sobrenatural,
compuso aquel bellísimo "Cántico de las Criaturas", a través de las cuales, especialmente
del hermano sol, la hermana luna y las estrellas, rindió al omnipotente y buen Señor
la debida alabanza, gloria, honor y toda bendición”.
Benedicto XVI visitó el
pasado domingo la tumba del santo y mantuvo un encuentro con los jóvenes de santa
María de los Ángeles. Dos citas que corroboraron una vez más el reconocimiento de
los Pontífices a lo largo de la historia, de la influencia de este santo. El pensamiento
de este santo queda perfectamente reflejado en una carta que escribió a los fieles
y que hoy les mostramos: “A todos los cristianos religiosos, clérigos y laicos, hombres
y mujeres, a todos los que habitan en el mundo entero, fray Francisco, su siervo y
súbdito: sumisión con reverencia, paz verdadera del cielo y sincera caridad en el
Señor. Como soy siervo de todos, a todos estoy obligado a servir y a prestarles en
servicio las olorosas palabras de mi Señor”.
Porque siguiendo el ejemplo de
san Francisco se aprende a mirar con fe el rostro del Crucificado y a ver reflejados
en él los sufrimientos del hombre. Siguiendo su ejemplo se valora la importancia de
la naturaleza que nos rodea, creación divina que nos acompaña a lo largo de la vida
y que tenemos que proteger. Siguiendo su ejemplo, podemos ser cada día mejores, haciendo
que las personas que nos rodean se impregnen de esta bondad que san Francisco nos
dejó para que no cayera en el olvido, sino para que llegara al mayor número de personas
posible. Este ha sido precisamente el mensaje que dejó Benedicto XVI este domingo
en Asís, un mensaje de paz, solidaridad y amor.