Corpus Christi: el Papa resalta que “la Eucaristía sigue siendo signo de contradicción
porque un Dios que se hace carne y se sacrifica a sí mismo por la vida del mundo pone
en crisis la sabiduría de los hombres”
Jueves, 7 jun (RV).- Como es tradicional en esta Solemnidad, Benedicto XVI ha presidido
- esta tarde a las siete - la Santa Misa en la Basílica de San Juan de Letrán y ha
guiado la Procesión hasta la Basílica de Santa María la Mayor, en la que, siguiendo
a Cristo presente en la Eucaristía, «recordamos a todos que Él está con nosotros,
todos los días hasta el fin del mundo».
También este año, en la Solemnidad
del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, Benedicto XVI en la Basílica de San Juan
de Letrán ha presidido la Santa Misa y ha guiado después la Procesión Eucarística,
a través de la calle Merulana hasta la Basílica de Santa María la Mayor, donde ha
impartido la bendición con el Santísimo Sacramento.
El Papa ha resaltado en
su homilía que “la Eucaristía sigue siendo signo de contradicción porque un Dios que
se hace carne y se sacrifica a sí mismo por la vida del mundo pone en crisis la sabiduría
de los hombres”. La celebración eucarística de esta tarde – ha dicho además- nos reenvía
al clima espiritual del Jueves Santo, el día en el que Cristo, en la vigilia de su
pasión instituyó en el Cenáculo la Santísima Eucaristía. El Corpus Domini constituye
así una actualización del Jueves Santo, como en obediencia a la invitación de Jesús
de ‘proclamar sobre los tejados lo que Él nos ha trasmitido en secreto. Los apóstoles
recibieron del Señor el don de la Eucaristía en la intimidad de la Ultima Cena pero
estaba destinado a todos, al mundo entero”