2007-06-06 16:38:39

Audiencia general: nuevo llamamiento del Papa a los líderes del G8 para que respeten “las promesas de aumentar sustancialmente las ayudas para el desarrollo, a favor de las poblaciones más necesitadas, sobre todo del continente africano''


Miércoles, 6 jun (RV).- Benedicto XVI ha dirigido hoy un nuevo llamamiento a los líderes del G8 reunidos en la ciudad alemana de Heiligendamm'' para que respeten “las promesas de aumentar sustancialmente las ayudas para el desarrollo, a favor de las poblaciones más necesitadas, sobre todo aquellas del Continente Africano''.

Hoy ha comenzado en Heiligendamm, Alemania, bajo la Presidencia de la República Federal de Alemania, la Cumbre Anual de los Jefes de Estado y de Gobierno del G-8 – es decir y los siete Países más industrializados del mundo más la federación Rusa. El pasado 16 de diciembre tuve la ocasión de escribirle a la Canciller Angela Merkel agradeciéndole, en nombre de la Iglesia católica, la decisión de conservar en el orden del día del G-8 el tema de la pobreza en el mundo, con particular atención a África. Ahora quiero dirigir un nuevo llamamiento a los líderes reunidos en Heiligendamm, para que las promesas de aumentar sustancialmente la ayuda al desarrollo se cumplan, en favor de las poblaciones más necesitadas sobre todo las del Continente Africano.

El Santo Padre ha indicado como méritos especiales la atención al segundo gran objetivo del milenio: la educación primaria para todos antes de 2015. “En este sentido, una especial atención merece el segundo gran objetivo del milenio: “el poder alcanzar la educación primaria para todos, asegurar que cada muchacho y muchacha cumpla en su totalidad el curso entero de la escuela primaria antes del 2015”. Este es parte integral para alcanzar todos los demás objetivos del milenio; garantía de la consolidación de los objetivos alcanzados; y punto de partida de los procesos autónomos y sostenibles de desarrollo”.

Finalmente el Papa ha hablado del papel de las Iglesias cristianas en este proceso educativo, donde a menudo suple las carencias de las estructuras oficiales del estado: “No se debe olvidar que la Iglesia católica está siempre en primera línea en el campo de la educación, llegando particularmente, en los Países más pobres, allí donde las estructuras estatales muchas veces no alcanzan a llegar. Otras Iglesias cristianas, grupos religiosos y organizaciones de la sociedad civil en los Países más pobres comparten este compromiso educativo. Es una realidad que, en la aplicación del principio de subsidiaridad, los Gobiernos y las Organizaciones internacionales están llamados a reconocer, a valorizar y a sostener, también mediante la erogación de contribución financiera. Esperemos que se trabaje con seriedad para que se alcancen estos objetivos”.

En la serie de catequesis sobre las grandes personalidades de la Iglesia antigua, Benedicto XVI ha centrado su alocución de este miércoles en la vida y la obra de san Cipriano, primer obispo mártir africano del siglo III. Su fama está enlazada con su rica actividad literaria y su gran actividad pastoral.

Tras destacar que no desmayó en «promover la disciplina» de la comunidad cristiana, el Papa ha recordado que san Cipriano fue un «firme defensor de las sanas tradiciones de la Iglesia africana, caracterizándose siempre por su profunda humanidad, en fidelidad al auténtico espíritu evangélico. Invitando a los cristianos a la ayuda fraterna hacia los paganos, víctimas de la peste».
El santo obispo Cipriano luchó inquebrantablemente contra la corrupción y los pecados que devastaban la vida moral de los cristianos, sobre todo la avaricia, ha subrayado Benedicto XVI. Luego, evocando los numerosos escritos de este Pastor, el Papa ha puesto de relieve el libro dedicado a la oración del Padrenuestro: «Particularmente querido para mí es su libro sobre el Padrenuestro, que me ha ayudado a comprender mejor y a rezar mejor el Padrenuestro. Enseña cómo precisamente en el Padrenuestro se dona al cristiano la forma correcta para rezar».

Tras hacer hincapié en la importancia de la forma ‘plural’ en esta oración - «para que el que reza no lo haga sólo por él mismo» – y recordando que nuestra oración es pública y comunitaria, Benedicto XVI ha puesto de relieve la importancia, también hoy, de la disciplina, de la calma y de la medida en la oración. Palabras que nos ayudan a celebrar bien la Santa Liturgia.

El Pontífice ha invitado a pensar que «estamos ante la mirada de Dios, tanto con la conducta de nuestro cuerpo como con el tono de nuestra voz». Recordando que «cuando nos reunimos con nuestros hermanos y celebramos los sacrificios divinos con los sacerdotes de Dios, debemos recordar la importancia del temor reverencial y de la disciplina»: “No dar al viento, aquí y allá, nuestras oraciones con voces descomedidas, es la instrucción que nos ha dejado Cipriano. Así como tampoco, arrojar con tumultuosa verbosidad un ruego, que, sin embargo, se debe encomendar a Dios con moderación. Porque Dios no escucha la voz, sino el corazón”.

Como es tradicional, el Papa ha resumido en otras lenguas su catequesis de ésta, que ha sido la audiencia número 20 de este año y en la que han participado más de treinta mil peregrinos provenientes de numerosos países.

Este ha sido el resumen que de su catequesis ha hecho el Santo Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua presentes en la Plaza de San Pedro: RealAudioMP3

Queridos hermanos y hermanas:

 
San Cipriano nació en Cartago, en una rica familia pagana. Después de su conversión, a los 35 años de edad, fue ordenado sacerdote y luego obispo. Durante su episcopado tuvo que afrontar muchas dificultades, como las persecuciones de los emperadores Decio y Valeriano, mostrando así sus grandes dotes de gobierno. Con los fieles que habían claudicado ante la prueba - los lapsi, es decir, “caídos” -, fue severo pero no inflexible, concediéndoles el perdón después de una penitencia ejemplar. Durante la peste que asoló África, manifestó todo su espíritu de caridad invitando a los cristianos a socorrer también a los paganos.
Cipriano escribió numerosos tratados y cartas, con el deseo de edificar a la comunidad y exhortar a los fieles al buen comportamiento. El tema de la Iglesia era muy querido para él. La unidad es su característica irrenunciable: unidad que se fundamenta en Pedro y que se realiza en la Eucaristía. En su tratado sobre la oración del Padre nuestro, anima a rezar usando las palabras con moderación, porque Dios no escucha las palabras sino el corazón. El corazón es lo más íntimo donde Dios habla al hombre y el hombre habla a Dios; es, pues, el lugar privilegiado de la oración.

 
Saludo cordialmente a los visitantes de lengua española. En particular, a las Hijas de María Auxiliadora y al grupo de las Obras Misionales Pontificias. Saludo también a los demás peregrinos de España, México, El Salvador, Argentina y de otros Países latinoamericanos. Siguiendo las enseñanzas de san Cipriano, abramos nuestro corazón a la oración para experimentar plenamente que Dios es nuestro Padre y que la Iglesia, la santa Esposa de Cristo, es verdaderamente nuestra Madre.

Benedicto XVI saludando a los peregrinos de lengua polaca, les ha recordado que mañana es la Solemnidad del santísimo Cuerpo y sangre de Cristo. Caminando en procesión detrás de Cristo, presente en la Eucaristía, Su Cuerpo y sangre, recordamos a todos que Él está con nosotros “todos los días, hasta el fin del mundo”. Que este encuentro cambie vuestra vida. A todos los aquí presentes y a todos los que mañana participarán en la procesión, os llegue mi bendición.

Como siempre el Papa ha saludado a los jóvenes a los enfermos y a los recién casados. A vosotros queridos jóvenes, en la escuela del Corazón de cristo aprended a sumir con seriedad las responsabilidades que os esperan. A vosotros, queridos enfermos, encontrad en esta fuente inagotable la serenidad para cumplir siempre la voluntad de Dios. Y a vosotros, queridos recién casados, permaneced fieles al amor de dios que es el fundamento y sostén de vuestro amor conyugal.

Declaración del director de la oficina de prensa de la Santa Sede
El director de la sala de prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, en una nota ha explicado que “antes de la Audiencia General, mientras el Papa saludaba desde el coche descubierto a los fieles cerca del obelisco, un joven de 27 años de nacionalidad alemana ha superado las vallas protectivas para acercarse al coche del Pontífice. El joven ha sido paralizado inmediatamente por los miembros de la gendarmería vaticana”. En el interrogatorio realizado posteriormente, el juez encargado, “ha manifestado que la intención del joven no era la de atentar contra la vida de Benedicto XVI, “sino la de realizar un acto para llamar la atención. El joven ha manifestado claros signos de desequilibrio mental”, han indicado los psiquiatras del servicio sanitario vaticano que le han atendido y que han dispuesto que fuera internado para un obligado tratamiento en una hospital especializado y protegido”. “Por lo tanto, el caso -ha dicho el padre Lombardi- hay que considerarlo cerrado”.








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