Benedicto XVI invita a seguir el ejemplo de los cuatro nuevos santos canonizados hoy: Jorge Preca, Simón de Lipnica, Carlos de San Andrés Houben y María Eugenia Milleret

Domingo, 3 jun (RV).- En esta solemnidad de la Santísima Trinidad, Benedicto XVI ha canonizado a cuatro nuevos santos, invitando a admirar el misterio y la gloria de Dios - Uno y Trino - Padre, Hijo y Espíritu Santo: “Mientras nos dejamos envolver por este sumo misterio, admiramos la gloria de Dios, que se refleja en la vida de los santos. Lo contemplamos, sobre todo, en aquellos que acabo de proponer a la veneración de la Iglesia universal: Jorge Preca, Simón de Lipnica, Carlos de San Andrés Houben y María Eugenia Milleret”.

Tras saludar a los numerosos peregrinos, que a pesar de la lluvia, habían acudido a la Plaza de San Pedro y los presidentes de Filipinas, Irlanda, Malta y Polonia, así como a los cardenales y obispos y a las delegaciones oficiales que han participado en esta solemne celebración, el Papa ha evocado la primera lectura de esta Santa Misa, tomada del Libro de los Proverbios, en la que “entra en escena la Sabiduría, que está al lado de Dios como asistente, como arquitecto” (8, 30).

Sabiduría, que es además “un hálito del poder de Dios”, que “todo lo renueva”, que “en todas las edades entra en las almas santas y forma en ellas amigos de Dios y profetas”: “Esta sugestiva expresión invita a considerar la multiforme e inextinguible manifestación de la santidad en el pueblo de Dios a lo largo de los siglos. La Sabiduría de Dios se manifiesta en el cosmos, en la variedad y belleza de sus elementos, pero sus obras maestras –donde realmente aparece aún más su belleza y grandeza– sus obras maestras son los santos”.

“A través de Cristo pasa el don del Espíritu que ‘es Persona-amor, que ‘es Persona-don’, como lo definió el Siervo de Dios Juan Pablo II, en su Encíclica Dominum et vivificantem (10)”, ha reiterado Benedicto XVI, haciendo hincapié luego en que “la Sabiduría de Dios Padre sigue manifestando su diseño de amor mediante los santos”. Cada santo participa de la riqueza de Cristo. Es la misma santidad de Jesús, la que el Espíritu plasma en las almas santas, formando amigos de Jesús y testigos de su santidad.

“Un amigo de Jesús y testigo de la santidad que proviene de Él fue Jorge Preca, nacido en La Valletta, en la isla de Malta. Fue un sacerdote entregado a la evangelización. Con su predicación, sus escritos, la guía espiritual y la administración de los Sacramentos y, ante todo, con el ejemplo de su vida”, ha recordado el Papa. Y, destacando luego que impulsó la benemérita obra de la Sociedad de la Doctrina Cristiana –con el anhelo de brindar catequistas preparados y generosos- Benedicto XVI ha invocado la ayuda de este santo: “¡Que san Jorge Preca ayude a la Iglesia a ser siempre, en Malta y en todo el mundo, el eco fiel de la voz de Cristo, Verbo encarnado!”.

También el nuevo santo polaco, Simón de Lipnica, fue testigo de Cristo, siguiendo la espiritualidad de san Francisco de Asís, ha subrayado el Papa y ha destacado que a pesar de haber vivido en una época lejana, hoy la Iglesia lo propone como modelo actual para los cristianos: “Totalmente embebido de la misericordia que tomaba de la Eucaristía, no dudó en ayudar a los enfermos víctimas de la peste, contagiándose con esta enfermedad que lo llevó a la muerte. Hoy, en particular, encomendamos a su protección a aquellos que sufren a causa de la pobreza, la enfermedad, la soledad y la injusticia social. A través de su intercesión ¡pidamos para nosotros la gracia del amor perseverante y activo a Cristo y a los hermanos!”.

Amigo y testigo de Cristo, fue también el nuevo santo holandés, de la Congregación de la Pasión, Carlos de San Andrés Houben que desarrolló su apostolado en tierra inglesa e irlandesa: “El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo... Así fue verdaderamente también para el sacerdote pasionista Carlos de san Andrés Houben. Y vemos cómo ese amor fue manando a lo largo de toda su vida, dedicada al cuidado de las almas. Durante los largos años en los que desarrolló su ministerio sacerdotal en Inglaterra e Irlanda, la gente acudía a él para escuchar sus consejos, recibir su consuelo. En los enfermos y en los que sufren él reconoció el rostro de Cristo Crucificado”.

María Eugenia Milleret nos recuerda, en primer lugar, la importancia de la Eucaristía en la vida cristiana y en el crecimiento espiritual. Esta nueva santa francesa percibió la importancia de transmitir a la juventud, en particular a las jóvenes, una formación intelectual, moral y espiritual, que hará de ellas adultas capaces de hacerse cargo de la vida de sus familias y de aportar su contribución a la Iglesia y a la sociedad.

“A lo largo de toda su vida encontró la fuerza para su misión en la oración, uniendo sin cesar la contemplación y la acción”, ha enfatizado Benedicto XVI, señalando la actualidad del ejemplo de la nueva santa: “Pueda el ejemplo de santa María Eugenia invitar a los hombres y mujeres de hoy a transmitir a la juventud los valores que le ayudarán a ser adultos fuertes y testigos gozosos del Resucitado. Que los jóvenes no tengan miedo de acoger esos valores morales y espirituales, viviéndolos en la paciencia y la fidelidad. Así es como construirán su personalidad y prepararán su futuro”.

El Papa ha finalizado su homilía invitando a dar gracias a Dios, a invocar a María, Reina de los santos y a imitar a estos nuevos ‘hermanos mayores’: “Queridos hermanos y hermanas, demos gracias a Dios por las maravillas que ha cumplido en los santos, en los que resplandece su gloria. Dejémonos atraer por sus ejemplos, dejémonos guiar por sus enseñanzas, para que toda nuestra existencia se vuelva, como la de ellos, un canto de alabanza a la gloria de la Trinidad. Que nos obtenga esta gracia María, Reina de los Santos, y la intercesión de estos cuatro nuevos ‘hermanos mayores’, que hoy con alegría veneramos. Amén”.

Tras la celebración eucarística de la canonización de estos cuatro nuevos santos, y antes del rezo mariano del Ángelus, Benedicto XVI ha dirigido un saludo especial en varios idiomas a los peregrinos presentes en la plaza de san Pedro del Vaticano, que a pesar de la lluvia caída esta mañana en Roma, han acompañado al Santo Padre que no ha dudado en agradecer su paciencia a pesar del tiempo, “aunque la lluvia es un gran bien del Señor que tenemos que agradecer”, ha matizado el Pontífice.

En italiano Benedicto XVI ha dirigido un saludo a los miembros de la Asociación nacional de la Sanidad Militar, cuyo motu propio es “Arma pietati cedant – Que las armas cedan a la piedad”. “Pueda este mensaje realizarse en el mundo entero”, ha exclamado el Papa. Asimismo Benedicto XVI ha recordado el 750º Aniversario del acto con el que el Senado de la ciudad de Bolonia, sancionó la abolición de la esclavitud en el territorio. “Pueda esta iniciativa suscitar un renovado empeño para superar las nuevas esclavitudes que todavía hoy afligen a la humanidad”.

Seguidamente, en francés, inglés, alemán, español, holandés, maltés y polaco, el Papa ha recordado a cada uno de los representantes de estos idiomas, el papel jugado en la historia por los cuatro nuevos santos, y ha instado a que su ejemplo sea repetido por la comunidad de los fieles de todo el mundo. En particular, en español, el Santo Padre ha remarcado la figura de la Madre María Eugenia de Jesús, fundadora de las Religiosas de la Asunción: Saludo cordialmente a los peregrinos de España y Latinoamérica, especialmente a los numerosos fieles de México y miembros del grupo “Asunción Juntos”, que han participado en la canonización de la Madre María Eugenia de Jesús. Que el ejemplo de la nueva Santa, Fundadora de las Religiosas de la Asunción, os ayude a centrar vuestra vida espiritual en Cristo y en el misterio de la Encarnación, y os impulsen a un decidido y valiente compromiso apostólico, trasmitiendo los valores evangélicos a la cultura actual, particularmente a través de la educación de los más jóvenes.