Benedicto XVI manifiesta a los prelados mozambiqueños que “el anuncio misionero debe
ser la prioridad entre las prioridades para la Iglesia” de Mozambique
Sábado, 26 may (RV).- El anuncio misionero debe ser la primera entre las prioridades
para la Iglesia en Mozambique, que además debe afrontar otras mil dificultades socio-pastorales.
Así se lo ha recomendado el Papa, esta mañana, a los obispos de este país africano,
al final de su visita ad Limina apostolorum.
“Son muchos y complejos los obstáculos
para la evangelización de más de la mitad de la población de Mozambique, ha observado
Benedicto XVI, después de haber escuchado al presidente de la Conferencia Episcopal
Mozambiqueña, el arzobispo Tomé Makhweliha, que ha ilustrando con gran preocupación
los grandes males de este país.
Mozambique es una de las naciones más ricas
de África en recursos naturales y con gran potencialidad económica, y sin embargo
en estado de pobreza absoluta, a causa de la corrupción generalizada, la criminalidad,
la explotación de la mano de obra y las mujeres, a causa del tráfico de la droga y
de seres humanos, y del comercio sexual. Una situación agravada últimamente por el
alternarse de períodos de sequía y períodos de lluvias intensas y aluviones. El presidente
de los obispos de Mozambique ha denunciado y responsabilizado de todo ello al actual
orden económico internacional, disciplinado por las multinacionales y por la globalización.
En esta crítica situación, el Santo Padre ha invitado a los prelados mozambiqueños
a que estén más presentes en todas las comunidades dispersas de sus diócesis y atiendan
con paternal atención a sus fieles, cuyas condiciones de vida humana y religiosa son
dramáticas. El Papa también pide a los obispos que estén junto a los sacerdotes para
escucharles, guiarles y animarles en su, tantas veces, arduo servicio pastoral.
En
particular, el Papa ha recomendado cultivar la formación en los seminarios y la formación
permanente de los sacerdotes, religiosas, religiosos, catequistas, de proteger a los
jóvenes y sostener el matrimonio cristiano puesto a prueba por una sociedad llamada
moderna, invadida por la sexualidad y por el individualismo.