Celebraciones en honor de los santos Cirilo y Metodio: El Papa subraya que los católicos
europeos desean conservar su patrimonio espiritual y construir un futuro de progreso
y de paz para todos
Jueves, 24 may (RV).- Benedicto XVI ha recibido esta mañana en audiencia a la delegación
de Bulgaria y, luego, a la de la Antigua República Yugoslava de Macedonia, que también
este año han peregrinado a Roma en el marco de las celebraciones en honor de los santos
Cirilo y Metodio, «intercesores y protectores de todos los católicos de Europa».
En
su saludo de cordial bienvenida a la delegación búlgara, encabezada por el presidente
del parlamento de esta república e integrada por representantes de la Iglesia ortodoxa
y la católica, el Santo Padre ha manifestado su estima y cercanía al pueblo búlgaro,
«que también hoy ha querido testimoniar sus raíces cristianas».
Gesto que muestra
el anhelo de reafirmar las tradiciones europeas, profundamente impregnadas de valores
evangélicos, de Bulgaria. Cuyo origen e historia preceden la revelación cristiana,
ha recordado el Papa, añadiendo luego que, sin embargo, es indudable que esta nación
haya encontrado en el Evangelio un manantial de valores, capaz de reforzar la cultura,
la identidad y el genio de su pueblo. De forma que las enseñanzas de los hermanos
de Tesalónica contribuyeron a modelar la fisonomía espiritual del pueblo búlgaro,
consintiendo su legítima inserción en la tradición cultural del continente europeo.
Tras recordar que «después de la triste y dura dominación comunista, Bulgaria
propende hoy hacia una integración plena con las otras naciones europeas», y que podrá
fortalecer ésta y las otras metas ya alcanzadas gracias, precisamente, a la obra de
Cirilo y Metodio, Benedicto XVI ha manifestado su anhelo de que los cimientos culturales
y espirituales presentes en la sociedad búlgara, puedan ser tutelados y propuestos
también más allá de su territorio: «Anhelo, en particular, que Bulgaria y su pueblo
conserven y promuevan aquellas virtudes cristianas que mana de las enseñanzas de los
santos Cririlo y Metodio, que aún hoy siguen siendo apremiantemente actuales y necesarias.
En esta circunstancia quiero recordar que tengo siempre presentes los anhelos y las
preocupaciones del pueblo búlgaro y que por ello aseguro mi oración y mi cercanía
espiritual».
Y, el patrimonio espiritual que dejaron estos santos, también
en la Antigua República Yugoslava de Macedonia, ha centrado, luego, las cordiales
palabras del Papa a la delegación de esta nación, encabezada por el presidente de
su parlamento e integrada asimismo por representantes de las Iglesias ortodoxa y católica.
Poniendo
de relieve que los católicos europeos desean «conservar inalterado este patrimonio
y construir juntos un futuro de progreso y de paz para todos», Benedicto XVI ha reiterado
la importancia de que los pueblos europeos, cercanos por tradición y cultura a la
Antigua República Yugoslava de Macedonia, brinden la debida consideración a la peculiar
identidad de este pueblo: «Estos santos compatrones de Europa, en los que con pleno
derecho os inspiráis, han trazado una senda humana y espiritual que hace de vuestra
tierra un lugar de encuentro entre diversas exigencias culturales y religiosas. La
pacífica composición de las aspiraciones de los pueblos que habitan en ella proyecta
sobre el continente europeo un escenario de activa y fecunda confrontación, que la
Santa Sede mira con favor. Os deseo de corazón que podáis conservar siempre fielmente
la herencia de vuestros dos santos protectores, para que vuestra voz, tanto en el
ámbito civil como en el religioso, pueda ser escuchada y justamente considerada».