Escuchar el programa Viernes, 4 may
(RV).- Amigos oyentes, está ya próxima la V Conferencia Episcopal Latinoamericana
y del Caribe, cuyo tema es “Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros
pueblos en Él tengan vida. Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida", que se celebrará
en Aparecida en Brasil. Como parte para su preparación, se ha publicado un documento
que sintetiza algunas reflexiones de las diversas conferencias de los países latinoamericano
entorno a los temas de interés y temas que, sobre todo, afectan el desarrollo de nuestras
comunidades.
En estas reflexiones queremos destacar algunos elementos
de comprensión entorno a la familia, señalados por los obispos de diversos países
latinoamericanos, que subrayan en el documento de preparación a la conferencia, algunos
elementos y contextos que hoy afectan el desarrollo de las familias.
Señalan
los obispos en el documento preparatorio, que la familia, célula de la sociedad, sufre
hoy el impacto de este cuadro sociocultural y económico. La inestabilidad de los matrimonios,
proviene en gran medida, de la ausencia de vínculos y convicciones sólidas y es agravada
por el hedonismo reinante, por el subjetivismo, y por la cultura de lo desechable.
Las numerosas disoluciones matrimoniales desacreditan el matrimonio en las generaciones
más jóvenes y favorecen el crecimiento de las uniones fuera del matrimonio civil o
religioso.
Los bajos ingresos y muchas veces la búsqueda del bienestar Individual
-se subraya en dicho documento- llevan a las parejas a no tener hijos o a tenerlos
en número muy reducido. Además, hoy se incurre en el contrasentido de legitimar uniones
de personas del mismo sexo, equiparándolas al matrimonio.
Todavía, entre
las familias cristianas la ausencia del hogar debido al compromiso profesional de
todos los miembros de la familia, la agitación de la vida moderna, sobre todo urbana, la
omnipresencia de la televisión y el recurso permanente a otros medios visuales
y auditivos de comunicación social, que difunden costumbres y convicciones ajenas
o contrarias al cristianismo, dificultan la transmisión de la fe cristiana a los hijos,
y hacen muy difícil el diálogo y la unión de todos en el hogar.
Entre
los presupuestos que debilitan y menoscaban la vida familiar los obispos latinoamericanos
señalan diversas corrientes ideológicas: la neoliberal que exalta la libertad
total del individuo y que se expresa en un relativismo subjetivista en el que cada
uno puede escoger sus verdades y sus valores, y en la exaltación de la fuerza:
si yo soy el más fuerte, puedo disponer de la vida ajena; otra corriente es la ideología
del género, según la cual cada uno puede escoger su “orientación sexual” y las
respectivas prácticas, no teniendo relevancia las diferencias fisiológicas;
Una
tercera corriente ideológica señalada por los obispos es la ideología ecologista
que presenta al hombre como el mayor depredador y por eso, el hombre debe someterse
a la Madre Tierra, y el número de individuos admitidos a la existencia debe ser contenido
en límites definidos por los tecnócratas.
Por último, los obispos señalan
una cuarta corriente: la del humanismo agnóstico, que reduce voluntariamente
el área de competencia de la razón, limitando el ejercicio de la misma a la esfera
de los fenómenos, y descalificando a priori toda indagación relativa al sentido de
la vida y de la muerte, o al sentido del misterio. Este humanismo, cuya forma paroxística
es el nihilismo, lleva a la ocultación de la señoría ministerial en virtud
de la cual el hombre es llamado a participar, por la procreación, a la acción creadora
de Dios.