2007-04-23 15:11:18

Día Mundial del Libro 2007


Lunes, 23 abr (RV).- Miguel de Cervantes, William Shakespeare, y Garcilaso de la Vega, están unidos, no sólo por ser tres grandes escritores del siglo XVI, sino por haber fallecido, los tres, como si de una unión de plumas de tres países se tratara, el 23 de abril de 1616. Esa misma fecha, un día como hoy de hace diferentes siglos, nacieron o murieron, otros escritores eminentes como Maurice Druon, K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo. Por este motivo, esta fecha tan simbólica para la literatura universal fue la escogida por la Conferencia General de la UNESCO para rendir un homenaje mundial al libro y a sus autores, y alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores al progreso social y cultural.

Desde hace doce años, esta iniciativa viene acogida con gran interés por parte de todos los países miembros de la Unión Europea, ya que brinda, como el Director General de la UNESCO, Koichiro Matsuura, ha reconocido en su mensaje para la jornada de este año, “una nueva oportunidad de rendir homenaje a ese instrumento singular de expresión, educación y comunicación que es el libro”.

Desde que se celebrara por vez primera en 1996, el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, esta iniciativa ha movilizado a un número considerable de personas de todos los continentes y de todas las culturas. “Se ha insistido así –explica Matsuura- sobre las múltiples y esenciales funciones que el libro desempeña en la urdimbre educativa, cultural y económica de nuestras sociedades. También se ha puesto de relieve en diversas ocasiones la doble índole de los productos editoriales, que son a la vez mercancías y obras del ingenio humano”.

Asimismo se ha hablado mucho del libro en tanto que motor de una vasta cadena de actividades generadoras de ingresos y sobre su función, en el marco de las actuales economías del conocimiento, de instrumento de aprendizaje, intercambio y actualización del saber. Por supuesto, prosigue el Director General de la UNESCO, se ha destacado igualmente la dimensión lingüística de la edición -instrumento expresivo que vive por el idioma y en el idioma-, que sigue siendo un aspecto decisivo. Por último, ya que no puede haber fomento del libro sin derecho de autor, la celebración del Día Mundial se ha vinculado estrechamente, desde su origen y a lo largo de estos años, al recuerdo de la importancia que reviste la protección moral y patrimonial de las obras del ingenio humano y de sus creadores.

Este año la UNESCO subraya la importancia del libro para la libertad de expresión y para la preservación y el fomento de las manifestaciones de la diversidad cultural, tareas de máxima importancia para la humanidad. Esta acción, que tiene una dimensión tanto ética como política, forma parte de una perspectiva de largo plazo y convoca a la realización de iniciativas específicas y duraderas en pro del libro y la lectura, cuyas repercusiones se espera que se extiendan mucho más allá de la fecha simbólica del 23 de abril.

“Invito solemnemente a todos los países, a los asociados y a los amigos de la UNESCO –finaliza Matsuura- a participar en ella y a aportar una contribución a esta importante celebración, que sitúa el reto de la calidad, el pluralismo, la integración, el reparto y la difusión del saber en el centro mismo del proyecto de sociedades del conocimiento”.







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