La Santa Sede pide el impulso de las negociaciones entre israelíes y palestinos, con
el anhelo de que los pueblos de Oriente Medio vivan en su propio estado, libre, independiente
y soberano
Lunes, 26 mar (RV).- Renovando los innumerables llamamientos de Benedicto XVI en favor
de la paz, el subsecretario para las relaciones con los estados, de la Secretaria
de Estado, ha reiterado el anhelo de la Santa Sede de impulsar las negociaciones entre
israelíes y palestinos.
Alentando a perseverar con valentía y confianza en
la escucha recíproca y en el diálogo sincero, Mons. Parolin intervino en la Conferencia
Internacional de la ONU para el ejercicio de los derechos inalienables del pueblo
palestino, que se celebró en Roma, en la sede de la FAO.
Tras destacar el
objetivo de este encuentro de ofrecer «un renovado impulso a la comunidad internacional,
a las confesiones religiosas, a los parlamentos y a la sociedad civil, con el fin
de determinar los desafíos que se deben afrontar y los pasos que se deben dar para
contribuir en la construcción de la paz entre israelíes y palestinos», en nombre de
la Santa Sede, el prelado señaló que esta conferencia se desarrollaba, precisamente,
pocos días después de la puesta en marcha del gobierno de unidad nacional del pueblo
palestino y destacó la esperanza de la comunidad internacional de que este nuevo gobierno
sea «un interlocutor autorizado y digno de confianza, capaz de conducir a su pueblo,
con sentido de responsabilidad y de realismo a la meta de una paz justa con los israelíes».
En
este contexto, Mons. Parolin evocó las palabras de Benedicto XVI, en su discurso,
de comienzos de este año 2007, al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede,
e hizo hincapié en el derecho de ambos pueblos – israelí y palestino – y de todos
los de Oriente Medio, de vivir en paz en su propio estado, libre, independiente y
soberano.
El subsecretario de la Secretaria de Estado para las relaciones
con los estados, recordó que la Santa Sede ha seguido siempre con particular atención
los eventos de las recientes décadas en Tierra Santa, donde se desarrolló la historia
de la salvación y donde viven miles de católicos, y cuya memoria está presente también
en el corazón de los millones de cristianos de todo el mundo.
Mons. Parolin
recordó el reciente Mensaje que Benedicto XVI dirigió con motivo de la Navidad a los
católicos de Oriente Medio. En la «situación actual, marcada por pocas luces y por
demasiadas sombras», el Papa expresó su consuelo y esperanza al saber que las comunidades
cristianas de Oriente Medio, cuyos intensos sufrimientos tiene muy presentes, «siguen
siendo comunidades vivas y activas, decididas a testimoniar su fe con su identidad
específica en las sociedades que las rodean». Y que «desean poder contribuir de modo
constructivo a aliviar las urgentes necesidades de sus respectivas sociedades y de
la región entera». En ese mismo Mensaje, Benedicto XVI señaló la importancia de
no alimentar rencores mirando a los sufrimientos padecidos. A través de los queridos
católicos de Oriente Medio, el Papa dirigió un nuevo apremiante llamamiento también
a «todos los hombres y mujeres de las diversas confesiones cristianas, de las diferentes
religiones, y a todos los que buscan con honradez la paz, la justicia y la solidaridad,
mediante la escucha recíproca y el diálogo sincero».
En su reiterada exhortación,
el Papa alentó a todos a perseverar «con valentía y confianza». A los que «tienen
la responsabilidad de guiar los acontecimientos», Benedicto XVI les pidió «sensibilidad,
atención y cercanía concreta, que supere cálculos y estrategias, a fin de que se construyan
sociedades más justas y pacíficas, en las que se respete de verdad a todo ser humano».
En
nombre de la Santa Sede, Mons. Parolin renovó la convicción de que «las diferentes
confesiones religiosas presentes en Tierra Santa pueden dar una contribución decisiva
para relanzar las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos», trabajando,
precisamente, «en la promoción» de esos mismos valores que el Papa destaca sin desmayo.