Escuchar el programa Viernes, 26 ene
(RV).- Amigos oyentes, bienvenidos a estas reflexiones en familia que estarán centradas
justamente en el papel que el núcleo familiar juega para el desarrollo de todos sus
miembros. La familia como referente central en el crecimiento y evolución de la pareja
que la constituyó, pero también de sus hijos.
Hoy en día se hace más notoria
la importancia de la familia como influencia en la vida de sus miembros. Es la fortaleza,
los valores y las tradiciones que se transmiten de una generación a otra, en la vida
familiar, lo que crea los lazos entre cada uno de los miembros que componen esa familia.
La
familia extendida, entiéndase abuelos, tíos, primos, consolida las relaciones familiares
y las complementa. En algunos casos, los que son hijos únicos tienen la posibilidad
de entablar una relación de hermanos con sus primos. Si por alguna razón a la familia
nuclear le falta un miembro (padre o madre), de alguna manera la familia extendida
provee la presencia de estas figuras a los otros miembros del grupo familiar.
Pero
lo más importante de todo es que debemos considerar que las experiencias y fortalezas
o debilidades, carácter y valores de cada uno de nosotros, se forjan en la familia
y son precisamente todos estos elementos los que perduran en la vida adulta de cada
miembro. Esto es importante resaltarlo en la medida de que deseamos ser adultos equilibrados,
sanos y con buenas relaciones interpersonales.
Cuando un individuo nace,
su familia lo provee no solo de los cuidados primarios como alimento y casa, sino
de amor, atención y respeto. De esta manera se va forjando al futuro adulto de nuestras
sociedades.
No perdamos la oportunidad de abrazar a nuestros hijos, a nuestros
padres y demostrar lo que los queremos. Pero YA LO DECÍAMOS en anteriores programas,
que no es llenar a los hijos o a la pareja de regalos a través de los cuales les demostramos
cuánto los queremos.
Es en el afecto, la comprensión, la compañía y el
respeto; es en la aceptación de cada individuo por lo que es y representa en esa familia,
incluso es también ayudarle a ser mejor, corregirlo, encausar a nuestros hijos por
caminos adecuados a los valores y principios de personas de bien.
Las
situaciones externas; es decir lo que envuelve al mundo en tanta tragedia y dolor
está allí y no podemos controlarlo para cambiarlo de manera inmediata; pero sí podemos
brindar a nuestros seres queridos amor entendido como el sentimiento más noble y desprendido
que debe ser.
Las discordias en las familias son en cierto punto naturales
de la convivencia cotidiana, pero es necesario manejarlas. Ser una familia armoniosa
no significa que todos debamos estar en profundo acuerdo de ideas y comportamientos,
pero el respeto y el amor son los elementos que entran a mediar cuando las diferencias
son fuertes.
Cada ser humano es diferente, pero todos estamos determinados
por las formas de crianza, por los valores y costumbres de nuestras familias, que
transmitimos de generación en generación, con cambios, por supuesto, pero siempre
con la intención de forjar a nuestros hijos como mejores personas. Texto. Alma
García Locución: Alina Tufani