Los obispos de Polonia convocan a los fieles a una Jornada de oración y penitencia

Domingo, 14 ene (RV).- Los obispos polacos han escrito una carta a los fieles del país sobre la “iniciativa de claridad y de verificación” que ha propugnado el Episcopado después de la dimisión de Mons. Wielgus. El texto, que ha sido leído hoy en todas las parroquias y las iglesias del país durante la celebración de la misa dominical, habla del “dolor” que han causado las acusaciones contra el que tenía que ser el arzobispo de Varsovia y del “embate de preocupación” para la comunidad católica, tras la admisión de colaboración de su pastor con los servicios secretos comunistas.

“Solo un análisis cuidadoso y crítico de todas las fuentes puede acercarnos a la verdad”, dicen los obispos polacos, que denuncian la parcialidad de los documentos acusatorios “preparados por los mismos funcionarios del aparato de represión del estado comunista”. “La Iglesia -añaden los prelados- viene acusada de esconder la verdad. En cambio se olvida fácilmente que durante el totalitarismo del régimen anterior, toda la Iglesia en Polonia se opuso a la constricción de la sociedad y fue oasis de libertad y de verdad”.

“La Iglesia no tiene miedo a la verdad, aunque ésta sea dura, vergonzosa y dolorosa. Creemos profundamente que la verdad nos hace libres”, dice el episcopado de Polonia. “La verdad del pecado debe conducir al cristiano a reconocer personalmente la culpa, el arrepentimiento, la confesión de la culpa, y la penitencia”. Por eso los obispos convocan a los fieles a una Jornada de oración y penitencia por todos los sacerdotes de Polonia. Jornada que se celebrará “en todas las iglesias de las diócesis el próximo 21 de febrero, miércoles de ceniza, en la que se rezará por la Misericordia de Dios, pidiendo perdón por los errores y la debilidad en la transmisión del Evangelio”.

Los obispos concientes de que su Iglesia se encuentra en una encrucijada de reconciliación piden también a todas las personas de la Iglesia, sacerdotes y laicos, que “continúen el examen de conciencia interior sobre el propio comportamiento durante el periodo del totalitarismo y confían que todo ello servirá para llevar a una mayor renovación, transparencia y madurez a la Iglesia polaca”.